Es de coña. De aurora boreal.
Una insensatez como la copa de un pino, pero por esos derroteros circulan desde hace tiempo la Justicia y la sociedad españolas.
Un jurado popular, que debe tener el cerebro de un mosquito y la sentido común de una almeja, ha declarado culpable a Pablo Rigo, el anciano que disparó y mató a uno de los cuatro ladrones que asaltó su domicilio en Porreres (Mallorca) en febrero de 2018.
Tras un día entero de deliberación, el tribunal popular lo declara culpable de un delito de homicidio, por el que el fiscal -otra lumbrera- le reclama tres años y nueve meses de prisión.
La votación ha estado muy reñida, con cinco votos a favor y otros cuatro en contra que pedían su absolución.
No obstante, el tribunal popular estima conveniente proponer al Gobierno Sánchez el indulto total o parcial de la pena para el Pablo, que tiene ya 83 y no se corta un pelo:
«Hice lo que tenía que hacer»
Porreres (Mallorca), 2018. Unos ladrones entran en la casa de un anciano, Pablo Rigo, este dispara y mata a uno. El tribunal popular lo ha declarado culpable de un delito de homicidio (3 años y 9 meses de prisión). Esta es la desprotección absoluta que te ofrecen tus políticos. pic.twitter.com/KfEBlp60xd
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) September 23, 2023
En su veredicto, el jurado popular también ha declara culpables a los tres ladrones ‘supervivientes‘.
Los implicados en el asalto al chalet de Porreres, han reconocido que planificaron de forma minuciosa el ‘golpe’ y que durante diez días sometieron a vigilancia la casa de los ancianos, para conocer todos sus movimientos.
Dos de ellos eran colombianos.
Era la segunda vez que la banda regresaba a esa vivienda, después de que en el puente de la Constitución, en diciembre de 2017, entraran, redujeran a Pau Rigo y a su esposa Apollónia Mestre y se llevaran unos 30.000 euros.
En la primera ocasión, los malenates fueron el colombiano Freddy Escobar, José Antonio S.L. alias ‘Pep Merda’, Marcos R.V. y un magrebí que no ha sido identificado.
En el segundo asalto, participaron los tres primeros y el hermano gemelo de Freddy, Mauricio, que falleció por el disparo.
Este señor se llama Pablo Rigo, es un jubilado de 83 años que se enfrenta a una pena de 4 años de prisión por defender a su mujer, su patrimonio y su propia vida.
Los hechos ocurrieron el 24 de febrero de 2018, cuando dos colombianos de 25 años le asaltaron armados al salir de… pic.twitter.com/2F0oYg5VFT
— Sr.Liberal🇪🇸 (@SrLiberal) September 15, 2023
EN LA INOPIA
La Fiscalía pedía inicialmente cuatro años de prisión para el anciano, pero en la séptima sesión del juicio, modificó su escrito inicial y rebajo tres meses su solicitud, reconociendo que concurre en el acusado «la circunstancia eximente incompleta de responsabilidad criminal de legítima defensa y la circunstancia atenuante analógica de temor vencible».
El fiscal pedía para los tres ladrones ‘supervientes‘ penas que suman 16 años de cárcel.
El juicio con Tribunal del Jurado que se celebraba desde el pasado lunes 11 de septiembre de 2023 en la Audiencia Provincial de Baleares, finalizó este martes 19 de septiembre.
En su turno, cansado pero firme, Pablo Rigo, tras subrayar que ha «sufrido mucho» y que su vida «cambió cuando esa gente entró» en su casa, explicó lo obvió: que lo le quedó otro remedio que disparar.
«Nunca en la vida pensé que tendría que hacer lo que hice».
El hermano del ladrón fallecido, otro de los implicados, se disculpó ante el anciano buscando una pena leve:
«No me vengo a excusar, tuve participación; desde el primer día quise decir la verdad y no he sido yo el único culpable».
Otro de los maleantes, acusado de planear el robo, dijo que «nunca» ofreció cuchillos ni pistolas para efectuar el robo y que compró las patas de cabra, guantes y pasamontañas porque el hermano del criminal fallecido le «obligó«.
«De no haber sido así yo no hubiese accedido a nada».
El tercer malandrín dijo que no hizo «seguimiento de nada» y que hizo de «protector» con el otro acusado.
«Si se planea un robo uno se lleva dinero, yo no me llevé nada ni pedí nada».
«A mi me preguntaron pero en mi vida me hubiera imaginado que llegara a esto».
Hablando de responsabilidad civil, parece lógico -como establece la sentencia- que los delincuentes indemnicen al anciano Pablo Rigo por las lesiones que le causaron, lo que son 32.000 euros, y que además le devuelvan los 15.000 euros que se llevaron.
Habrça que restar de esas cantidades los 2.500 euros que todavía no se habían gastado, cuando los atraparon y que recuperó la Guardia Civil.
La familia del ladrón fallecido pedía que se condenara a Rigo a diez años de prisión.
Los hechos se remontan a febrero de 2018 en una finca de Porreres (Mallorca).
Durante el juicio, uno de los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación declaró que F. Escobar, hermano del ladrón fallecido en Porreres, se entregó «desconsolado» y diciendo que sus cómplices, dos vecinos de Campos, les habían «dejado tirados«.
Cuando Escobar se entregó, ya habían identificado a su hermano gemelo fallecido.
D8urtante la vista el tipo se contradijo reiteradamente y nunca aclaro el destino del botín de 12.000 euros .
El abogado del anciano ha sostenido con energía la tesis de la legítima defensa.
«Él temía por su vida…¿cómo puede repeler un señor de 78 años el ataque de dos jóvenes encapuchados y armados con patas de cabra».
Sobre el cartuchazo que acabó con la vida de uno de los ladrones, Pablo Rigo insistió en que «no quería disparar» pero que los criminales, lejos de amedrentarse al ver la escopeta, se le echaron encima.
