Está calro que Federico Jiménez Losantos no hace prisioneros.
Reparte estopa el veterano el periodista y escritor como si no hubiera mañana.
Y la prueba más reciente es la vitriólica columna en Libertad Digital que publica este 6 de julio de 2025.
Titula Losantos: Un congreso de Feijóo a la medida de Abascal pero salvado por Sánchez.
El artículo arranca con una tesis clara: el reciente y triunfal congreso del Partido Popular, en el que Alberto Núñez Feijóo fue respaldado por más del 99% de los populares, lejos de representar un verdadero rearme ideológico del centroderecha español, ha sido un ejercicio de contorsión política.
Un evento condicionado tanto por la presión de VOX, que sigue subiendo en las encuestas, como por la persistencia del corrupto e inepto sanchismo en el poder.
“Alguien lo resumió así: Juanma Moreno ponía las ideas y Ayuso las sillas, pero todo quedó a expensas del dedazo del presidente, que es infalible por definición.”
El autor perfila así la escenografía interna del PP, marcada por equilibrios entre barones regionales y la autoridad indiscutida de Feijóo.
Una de las claves que resalta Losantos es el carácter superficial del debate ideológico, subrayando la falta de compromiso real de quienes debían liderar ese proceso: “ninguno de los cuales se ha jugado nunca nada por una idea, ni ha escrito un libro, ni siquiera de los que a uno le escriben.”
Esta ironía encapsula la crítica a una dirección política más pendiente de los equilibrios internos que del debate doctrinal.
El congreso se presentó ante la opinión pública como una oportunidad para redefinir los principios del PP y atraer a nuevos votantes.
Sin embargo, Jiménez Losantos matiza y cuestiona sin remilgos ese propósito:
“Se anunció como congreso de ideas para el rearme ideológico del PP, un contrato con los españoles dirigido a los votantes de las próximas elecciones generales. Anuncio pronto desmentido por los encargados de la ponencia política.”
El texto transita después hacia el núcleo polémico: la relación con VOX y el eterno debate sobre pactos con fuerzas nacionalistas catalanas.
“O sea, que el congreso de la renovación sólo reverdecía el fracasado consuelo tras las elecciones generales del 2023: confiar en que Puigdemont rompiera con Sánchez.”
Aquí emerge otro vector fundamental del análisis: el PP sigue sin resolver su posición ante el independentismo catalán y ante sus propios complejos frente al centrismo.
En clave crítica, Jiménez Losantos describe en términos futbolísticos el resultado final:
“Triunfo del catenaccio, tan detestable en el fútbol como en la política, traducido en la proclamación centrista de la derecha, que nadie sabe lo que significa, salvo los maricomplejines de la Derecha.”
Esta frase resume su diagnóstico sobre el perfil ideológico ambiguo adoptado por Feijóo y su equipo.
Otra cita relevante incide sobre la gestión interna del partido:
“Al final, se le hizo dimitir, pese a no haber sentencia condenatoria, aceptando de hecho que el sexo de pago o por fuerza es normal en el PSOE sanchista.”
Se trata aquí no solo de señalar contradicciones ajenas sino también las propias cesiones internas para mantener la imagen pública.
El autor no deja pasar la oportunidad para lanzar una reflexión sobre el estado generalizado de disciplina partidista y sus limitaciones:
“Total, que si el fervorín partidista, la unanimidad aguachirlada y la eterna renovación de la continuidad no arrojaban un saldo del congreso favorable… ahí estaba el recuerdo de la necesidad de echar a Sánchez como sea.”
El periodista enfatiza el papel involuntario del marido de Begoña como salvavidas para una oposición desdibujada:
“Y Sánchez no falló. Qué sería de la oposición sin este Gobierno. Pero es la nuestra, la que hay. La yunta es mala de solemnidad, pero con estos bueyes hay que arar.”
A lo largo del texto se van desgranando otros fragmentos esenciales:
- “Feijóo ha hecho un congreso a su medida, con algo de romería de partido, enorme empanada ideológica y, al entrar a matar, un metisaca, apenas un pinchazo hondo…”
- “González Pons, gran plusmarca del error, dijo que Junts, el del golpe de Estado de 2017, era ‘impecablemente democrático’.”
- “Vista la resistencia a la enmienda de Alejandro Fernández, lo que se dilucidaba era mantener o no la ensoñación del pacto con el separatismo.”
- “No se condenó el pacto, pero tampoco se proclamó deseable.”
- “Feijóo proclamó sacratísimo e inapelable… el dogma acolchado y blandito centrista.”
- “El fervorín partidista… no arrojaba un saldo favorable… salvo el alarde disciplinario.”
- “La necesidad política última era echar a Sánchez como fuera.”
La conclusión elegida por Jiménez Losantos para cerrar su columna resuena como un epitafio sobre este episodio político:
“Qué sería de la oposición sin este Gobierno. Pero es la nuestra, la que hay. La yunta es mala de solemnidad, pero con estos bueyes hay que arar».
