ARTÍCULO EN 'EL DEBATE'

Ussía lanza un recado a tres lenguaraces socialistas históricos por su actitud frente a Sánchez

"Guerra, González y Belloch han cantado las verdades del barquero, pero los tres han seguido votando y apoyando al barquero sin otro rumbo que el placer del palacio de La Moncloa, que manda huevos"

Alfonso Ussía.
Alfonso Ussía.

Reza el dicho que quien mucho abarca, poco aprieta.

El adagio puede enunciarse de otra manera, que quien mucho habla, poco actúa.

Y eso se le puede aplicar a la perfección a determinados socialistas históricos que han sacado la lengua a paseo para poner a escurrir a Pedro Sánchez, pero a la hora de la verdad no se atrevieron a dar el paso definitivo en las urnas y volvieron a coger la papeleta del PSOE que, a fin de cuentas, favorecía al político que tanto denostaban.

Alfonso Ussía, en su tribuna en ‘El Debate, da los nombres de esos socialistas caviar que cuando hay que retratarse con hechos acaban haciendo justo lo contrario de lo que venían piando. Y justo les culpa de ser responsables de la situación que ahora mismo vive España:

A este punto se ha llegado por la complicidad y cobardía de muchos dirigentes socialistas, desde Felipe González a Juan Alberto Belloch, pasando por Alfonso Guerra. Los tres han cantado las verdades del barquero, pero los tres han seguido votando y apoyando al barquero sin otro rumbo que el placer del palacio de La Moncloa, que manda huevos.

Recuerda como quien fuera superministro de Felipe González en su última etapa en La Moncloa, ya que llevó las carteras de Justicia e Interior, puso a Sánchez a caer de un burro:

Belloch ha reconocido que no ha habido presidente del Gobierno peor que Sánchez, pero que su alma socialista le ha animado a votarle.

Eso sí, Ussía salva a socialistas como Leguina o Corcuera:

Otros dirigentes socialistas, como Joaquín Leguina, Nicolás Redondo Terreros, José Luis Corcuera, o Jordi Sevilla, han roto sus relaciones con su viejo partido.

Asevera el columnista de ‘El Debate’ que el PSOE, con Sánchez al frente, ha dejado de ser un partido para ser una secta:

Sánchez no manda en un partido. Manda en una secta de pesebristas horrorizados por perder la calidad de sus pesebres.

No obstante, el escritor arroja un halo de esperanza y ve en la figura del Rey Felipe VI el perfecto contrapunto a los planes de Pedro Sánchez:

El Rey espera, y Sánchez amenaza. El que amenaza siempre está en peligro. Su jugada golpista encuentra, cada día que pasa, mayor resistencia social. El Rey no va a firmar nada que atente contra la unidad, la libertad y la democracia en España. Y sin su firma, el golpe de Estado encubierto de Pedro Sánchez, se desvanece. El Rey guarda y acumula en La Zarzuela centenares de dictámenes, estudios, análisis y testimonios que justificarían su probable negativa a firmar la Ley sanchista con la que se iniciaría la destrucción de la nación más antigua de Europa. La crisis institucional está servida. Y el Rey – y España- triunfarán ante la traición, la infamia y la desvergüenza del segundo partido más votado en las últimas elecciones.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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