Un periódico leído por la derecha rehabilita al PSOE y otro periódico leído por la izquierda trata de separar a ésta de Podemos
Los dos periódicos más vendidos de España, El País y El Mundo, publican este 11 de febrero de 2015 sendos editoriales sobre la corrupción que pueden leerse como complementarios.
El periódico de Casimiro García-Abadillo condena la corrupción del PSOE en Andalucía, pero salva a Susana Díaz de las tramas y hasta le aconseja que rompa con el pasado de su partido. De esta manera, asegura el editorialista, el PSOE volvería a situarse «en la senda ética del centro izquierda».
En el periódico progresista global, otro editorial arremete contra el ideólogo de Podemos, Juan Carlos Monedero. En ‘Mala estrategia’, El País asegura que Podemos ha reaccionado ante las denuncias de corrupción de Monedero «con aires de vieja política, presentándose como víctima de una conspiración».
Es decir, un periódico leído por la derecha rehabilita al PSOE y otro periódico leído por la izquierda trata de separar a ésta de Podemos.
EL MUNDO
Si Susana Díaz no logra levantar un muro de contención que le distancie de la corrupción política, puede acabar devorada por ella. El adelanto electoral, en el que la presidenta andaluza se juega su futuro político, puede servirle, sin embargo, para romper amarras con el pasado de su partido en la gestión de la comunidad autónoma y presentarse ante los electores con la promesa de regeneración democrática que demandan muchos votantes socialistas y desencantados de la izquierda.
La presidenta andaluza tiene una buena oportunidad para demostrar que su actitud contra la corrupción no se nutre sólo de palabras vacías, exigiendo dimisiones en todos aquellos casos en los que existan evidencias de corrupción. Unas medidas que no sólo le servirían a ella para remontar en las encuestas y acercarse a una mayoría estable para gobernar, sino que podrían ser el inicio de una apuesta regeneracionista que volvería a situar al PSOE en la senda ética del centro izquierda.
EL PAÍS
El hecho de haber presentado una declaración fiscal complementaria indica que el propio Monedero era consciente de la naturaleza evasiva de las operaciones que había realizado. Y aunque la regularización pueda evitarle males mayores, no deja de ser un síntoma de una manera muy poco escrupulosa de proceder por parte de quien asegura velar por los intereses de los ciudadanos. Así lo entienden muchos de los seguidores y simpatizantes de Podemos, que en sus foros internos piden que Monedero sea apartado del proyecto.
Una formación que pretende erigirse en el azote moral del resto de fuerzas políticas no puede permitirse una duda tan palmaria sobre la ética de uno de sus principales dirigentes, sobre todo cuando ni siquiera ha empezado a gestionar el poder. Ha reaccionado con aires de vieja política, presentándose como víctima de una conspiración, al amparo de torpezas del ministro Montoro. Esa estrategia puede minar la confianza de muchos ciudadanos en Podemos y resulta incompatible con los principios que ese partido político dice defender.