Esperpento.
El periodista Carlos Alsina ha reflexionado en su monólogo sobre la intervención del día de ayer del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en el Pleno del Congreso de los Diputados.
El presentador de ‘Más de uno’ ha afeado a todos los parlamentarios por dedicarse al juego de palabras, frases pretendidamente ingeniosas, descalificaciones y todo lo que se acostumbra en las sesiones de control de los miércoles. Pero ha puesto especial atención en las palabras del líder del PSOE y en especial por su silencio ante la crisis de Ucrania.
“El presidente Sánchez no ha considerado aún oportuno dirigirse a la opinión pública española, con cierta extensión, gravedad y solemnidad, para exponer la posición de su Gobierno, que es el nuestro sobre esta crisis mundial. Que es un pedazo de crisis mundial. Con lo que gustan para otras cosas las declaraciones institucionales y en este asunto todavía no hemos visto nada. Si acaso, un tuit, si acaso un canutazo. Sus señorías tampoco ha mostrado hasta ahora mayor interés”.
El resumen de ayer es que Feijóo le preguntó a Sánchez por el IRPF del salario mínimo y el presidente le dio réplica imputándole crispación y bulos. A ver, que el salario mínimo va a tributar por primera vez en la historia salvo que Hacienda recule no es un bulo. Que la vicepresidenta dos le reprochó a Sánchez en la sala de prensa de La Moncloa que la hubiera ignorado no es un bulo. Ni que la vicepresidenta uno venga imputando demagogia y populismo a su colega, la vicepresidenta dos, eso tampoco es un bulo”.
Alsina critica las formas y el contenido del discurso del día de ayer -y en otras sesiones- de Sánchez y considera que desde Presidencia deberían hacer un ‘casting’ para conseguir a alguien que le escriba nuevos textos a la altura del cargo que ostenta.
“Responder a una pregunta bastante simple tirando del salmo responsorial este de los bulos y citando, como hizo ayer Sánchez sin venir a cuento lo de Milei con las criptomonedas en Argentina que hasta la prensa más favorable al presidente dice que fue tan rebuscado que da la medida de lo necesitada que anda la Moncloa de alguien que se ocupe de escribirle a Sánchez dos o tres párrafos para los miércoles. Dos o tres párrafos que no produzcan vergüenza ajena. Como si fuera Pedro Sánchez Pérez-Castejón el presidente del Gobierno de España y no un chistoso adolescente tuitero”.

