El coronel Pedro Merino Castro, nacido en Madrid en 1972 y con una trayectoria intachable en la Guardia Civil, regresa a la Unidad Central Operativa (UCO) como su nuevo líder.
Procedente de una familia con tradición guardia civil —su abuelo, su padre y su hermano también forman parte del cuerpo—, se incorporó como teniente en 1998. Su primer destino fue el Puesto Principal de La Orotava, en Tenerife, un lugar modesto que él mismo describía como el «origen» de la Benemérita: cercano al ciudadano y alejado del foco mediático.
Desde ese punto, dio el salto a la UCO a principios de los años 2000, integrándose en el grupo encargado del fraude comunitario y contrabando. En aquel entonces, esta unidad no contaba con el peso político que tiene hoy. Ascendido a capitán, se trasladó al Servicio Ejecutivo de Prevención de Blanqueo de Capitales (SEPBLAC).
Ya en calidad de comandante, lideró el Grupo de Delincuencia Económica y Tecnológica dentro de la Unidad Técnica de Policía Judicial. Su especialización en investigaciones financieras se vio reforzada por misiones internacionales: brindó asesoramiento a la Policía Nacional Dominicana entre 2009 y 2010, participó en la misión MAPE de la UE en Albania en 1999 y colaboró en iniciativas europeas para armonizar las pesquisas sobre blanqueo.
Merino cuenta con un amplio elenco de condecoraciones que respaldan su carrera: la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, la Encomienda de la Orden de Carlos III y la Venera del Águila Azteca otorgada por México. Sin embargo, todo cambió para él en 2013. Nombrado ayudante de campo del entonces Príncipe Felipe, se convirtió en el «hombre para todo» del futuro monarca. Tras la proclamación de Felipe VI en 2014, permaneció en Zarzuela hasta 2017. Este cargo requería total confianza y un profundo conocimiento del funcionamiento estatal, un puesto privilegiado dentro del cuerpo.
Después de su paso por la Casa Real, dio un salto a La Moncloa, integrándose al Departamento de Seguridad Nacional bajo el Gobierno de Mariano Rajoy como jefe de la Unidad de Seguimiento y Alertas. Logró mantenerse tras la moción de censura y coincidió durante cuatro años con Pedro Sánchez, hasta 2022. Se movió entre las cuestiones más delicadas del poder: amenazas al Estado y coordinación ante crisis. Fuentes internas lo describen como un perfil técnico, discreto y «de raza».
En 2022 fue ascendido a teniente coronel y asumió el mando en la Comandancia de Salamanca. Allí dirigió operaciones contra ciberdelincuencia, cultivo ilegal de marihuana y protección infraestructura crítica en una provincia limítrofe con Portugal. En su despedida expresó: «No vine a dejar un legado, vine a ser un guardia civil más». Desde enero de 2025, como coronel, estuvo comisionado en el Estado Mayor.
El Ministerio del Interior, bajo la dirección de Fernando Grande-Marlaska, lo ha seleccionado para reemplazar a Rafael Yuste, quien ha sido ascendido a general brigada. La propuesta provino directamente de la directora general del cuerpo, Mercedes González, y fue firmada por la secretaria de Estado de Seguridad, Aina Calvo. Su permanencia está asegurada por lo menos durante un año. Desde Interior subrayan que este nombramiento responde exclusivamente a méritos profesionales, buscando asegurar continuidad.
La situación que enfrenta ahora Merino al tomar las riendas es complicada; hereda una UCO que está bajo intenso escrutinio público. Esta unidad élite investiga delitos complejos como corrupción o crimen organizado.
Entre los casos más destacados se encuentran:
- Caso Koldo: donde se encuentra preso José Luis Ábalos, mientras que se investiga a Santos Cerdán por tramas relacionadas con mascarillas.
- Caso Begoña Gómez: esposa del presidente Sánchez, está siendo objeto de investigación por posibles irregularidades.
- El hermano del presidente: David Sánchez, también está bajo diligencias por supuestos amaños.
- Trama relacionada con hidrocarburos, fraude en Diputación provincial de Almería, condena al fiscal general Álvaro García Ortiz, así como detención reciente dela exsocialista Leire Díez por contratos públicos.

Este relevo ha suscitado ciertas sospechas políticas; desde la oposición se interpreta como un intento por controlar una unidad que podría erosionar al Ejecutivo actual. Desde Interior desmienten tal afirmación: aseguran que la UCO actúa con total autonomía bajo los mandatos judiciales correspondientes. Dentro del propio cuerpo policial se considera este fichaje como sólido; sin embargo, el ruido mediático es innegable. El coronel conoce bien esta unidad desde hace dos décadas y ha estado vinculado tanto al Rey como al Gobierno; ahora lidera a quienes investigan al poder establecido. ¿Logrará resistir ante las presiones? Algunos mandos hablan sobre su «impermeabilidad» frente a injerencias externas.
El contexto actual añade más tensión al asunto; ya no es posible operar desde las sombras cuando sus informes son leídos antes por políticos que por los tribunales correspondientes, según criticas recibidas. Con su experiencia tanto en Zarzuela como en Moncloa, llega justo cuando más expuesta está esta unidad ante los medios. Prometió proteger a sus agentes del «ruido político», tal como hizo su predecesor. Desde el Gobierno destacan su experiencia frente a delitos económicos; resulta ideal para afrontar casos tan relevantes como los relacionados con el escándalo Koldo o Begoña Gómez.
Imaginemos lo irónico: un oficial que fue «tutor» del Rey y compañero cercano a Sánchez ahora vigila los movimientos que rodean al presidente. ¿Casualidad o estrategia calculada? En los círculos dentro dela Guardia Civil se le considera un «guarda profesional», pero el tablero político tiembla ante esta situación particular. La unidad ha crecido desmesuradamente debido a escándalos recientes; necesita un líder capaz que navegue estas aguas turbulentas sin perderse.
Sus condecoraciones no son meros adornos; recibir la Orden Carlos III es reconocimiento por servicios excepcionales prestados al Estado español. Durante su etapa al mando en Salamanca impulsó colaboraciones con Portugal para combatir el narco indoor; un problema creciente sobre todo en áreas despobladas.
Curiosidades adicionales: participó activamente durante una misión europea destinada para Albania cuando este país lidiaba contra mafias post-soviéticas. En República Dominicana formó policías especializados contra blanqueo; algo premonitorio considerando su futuro liderazgo dentro dela UCO . Y durante su etapa real… ¿quién imaginaría que algún día tendría que investigar sobre personas cercanas a quien fue compañero suyo durante años? La Benemérita suma otro capítulo intrigante e inesperado.
