“El mal no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella” Jesús de Nazaret
“Si no puedes hacer el bien, por lo menos no hagas daño” Hipócrates
“Podrás comer de todo árbol del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, no deberás comer. El día que de él comas, sin duda morirás” Génesis 2:16-17
Mary Shelley es la autora de la novela Frankenstein, En ella Mary tiene dos frases que dicen mucho sobre la búsqueda del conocimiento y la inmortalidad por parte del hombre: “El deseo de conocimiento nos puede llevar a la perdición” “La búsqueda de la inmortalidad puede ser nuestra condena”
El hombre de hoy busca desesperadamente el conocimiento del bien y del mal y la inmortalidad. El hombre no entendió nunca y mucho menos en este tiempo de avances y progreso sin cuento, la advertencia del Génesis 2:16-17
Tom Oxley es el fundador de Synchron, Elon Musk es el fundador de Neurolink. Ambos magnates de las últimas tecnologías buscan la posibilidad de acceder y manipular directamente la actividad cerebral. Ambos quieren comer la fruta prohibida, la que conduce al hombre al conocimiento de su alma. También juguetean con la búsqueda de la inmortalidad. Ambos quieren alcanzar el conocimiento del bien y del mal. Traspasar esa línea sagrada que es el umbral que da paso a los secretos de la vida y de la muerte. Ambos han creado un jardín del Edén tecnológico llevados de su ambición y de su soberbia queriendo penetrar en los arcanos de la creación para dominar el mundo a través del dominio y control de la actividad cerebral de los seres humanos.
Los señores Oxley y Musk quieren ser dioses y para ello nada más idóneo que introducirse en las mentes de los hombres para manejarlas a su antojo sin ni siquiera darles la oportunidad de elegir. Dios sí, Dios dio la oportunidad de elegir libremente a Adán y Eva, les permitió ejercer el libre albedrío del que los revistió. Dios no quiso nunca imponer ni someter, no actuó como un tirano. Dios amaba al hombre y de ese amor nació la libertad con la que les permitió elegir antes que una vida de sumisión. Ya sabemos que La libertad conlleva riesgos, por eso Dios les avisó de que, adquiriendo el conocimiento del bien y del mal, sin ninguna duda morirían. Los señores Oxley y Musk juegan a ser dioses, pero dioses tiranos que mantendrán a los hombres sometidos al disponer de sus cerebros y, por tanto, manipularlos para unificarlos en una masa amorfa, sin libre albedrío, sin libertad ni siquiera para pensar libremente. Quieren, estos nuevos dioses del olimpo tecnológico, moldear al hombre como se moldea un muñeco de cera. ¡Que lejos de Dios están estos dioses cibernéticos! Fundamentalmente porque carecen del amor con el que Dios creó al hombre y lo creó libre. ¡Pero cuidado! señores Oxley y Musk, Dios lo advirtió: “El día que del árbol del bien y del mal comas, sin duda morirás” Y eso será así porque el conocimiento sin amor conduce a la perversión y después a la muerte. Y la IA tiene un pecado original en su creación por parte del hombre: Nace sin amor.
MAROGA