La echó del corral el amo,
Porque ya no cacareaba, y si lo hacía
Alguna vez, no era un ramo
Rosa, que en el postrer tramo
De su periplo en el Gobierno, sabía
Que a su inopia le ponía un gris marchamo;
Y la echó bajo anatema,
Porque ya no incubaba, y si lo hacía,
Los huevos eran sin yema,
Lo que era un dilema:
O la mandaba a cagar a la vía,
O él tenía que ponerse el enema;
Ella empero reivindica
Su papel mojado de ser buena llueca,
Pronta a poner una pica
En La Sexta, que deifica
Al amo como quien asa la manteca
Y donde hay de todo como en botica;
Es allí, como quien labra
Su huerto, la Calvo quiso hacer cosecha;
Pero, para que no abra
Más la boca la de Cabra,
García Margallo la puso derecha,
Los ojos en blanco y ya sin palabra:
A mí en Galicia la gente me vota;
A usted en su tierra la gente … ¡la bota!.