De la niñez he olvidado las imágenes, las voces y los sonidos; todo ha desaparecido…
Todo se ha ido desdibujando en la niebla de los recuerdos idos; todo menos los olores; aquellos aromas y sabores que mí desbordada memoria se niega a perder, y que tan solo con cerrar los ojos me permiten regresar a aquellos tempranos años en los que el Tiempo aún no sabía correr.

