En el país de los quesos
exquisitos y variados
como mejores del mundo
han sido calificados
y con toda la razón
por quiénes los han probado;
si sumamos la tortilla
tampoco es moco de pavo,
española, no francesa
que también en eso hay grados,
y, además, los embutidos
quizá los más valorados,
es de concluir que somos
un país afortunado
al menos, para pinchar,
y por ninguno igualado,
aperitivos sabrosos
por todo el mundo envidiados.
Resulta, pues sorprendente
o, pudiera ser, no tanto,
que los de las hamburguesas
por aquí, se estén forrando;
¿Es que se ha perdido el gusto,
el paladar engañado?
Pues no señor, nada de eso,
que es el triunfo más logrado
por una publicidad
que al huerto los ha llevado
sin que se enteren los pobres,
que les están estafando.
Así pues, si lo anterior
en puridad lo tomamos
¿cómo extrañarnos se vote
tal como se está votando?
Feijóo, Sánchez y el resto,
hamburguesas que dan asco,
se están llevando de calle
a un país obnubilado
que traga sin anestesia
todo lo que está tragando.
Todavía queda gente
que el gusto no ha abandonado
y prefiere la tortilla;
del embutido, ni hablamos
y quesos de todo tipo
continúa disfrutando.
Entiendo, es pobre consuelo
pues la mayoría al mando
como manda democracia
esa que nos hemos dado
es la que debe imponerse
¡gustos que merecen palos!
Seguirán siendo, hamburguesas,
las preferidas de tantos
y a los demás no nos queda
poco más que resignarnos.
Es cuestión de poco tiempo
para que nos despidamos
de estos sublimes manjares
orgullo del solar patrio.
Pues que se empieza eligiendo
en lo referente a platos
y, tomada la costumbre
se podría dar el salto
a valorar otras cosas
y el chollo se había acabado
para los estafadores
de ruina bulos y fango.
Adiós quesos y chorizos,
adiós al jamón serrano
la deliciosa tortilla
salchichón, lomo embuchado…
que la comida-basura
para quedarse, ha llegado.
La cosa no acaba aquí
pues debemos preguntarnos
por cuál será la siguiente
que tendremos que tragarnos.
Que nos la harán, no lo duden.
la cuestión es ¿hasta cuándo?
