Irene Montero, en el juego macabro de siempre, como bruja maléfica, echa espumarajos de su malestar consustancial a punto de perder el chalet, y en lugar de lavar la bocona antes, habla desde su piscina de «golpismo judicial y mediático» ante una Sentencia del Supremo sobre el fiscal Dequiendepende, igual que amenazó con reventar todo el otro día la loba de ojos claros. La que se va a bañar en su piscina.
Doña Rogelia y el Beatle por su parte, que caben en otro coche pero están en el gobierno, -a Sanchez como a Calígula sólo le falta nombrar ministro a su perro-, temerosos de desaparecer de los telediarios sueltan otra burrada sobre su inanición y tratar de aprovechar el batacazo del PSOE si les deja Tezanos. En la foto sale también Rufián y el coro rociero del fiscal jefe dando palmas, todos unidos los que han preferido defender a Sanchez que al interés general haciendo cola para pedir disculpas.
Sanchez, que se permite hablar de abusos de poder delante del espejo, se ha rodeado de tontolabas y macarras empeñados en seguir tocando mientras el barco se hunde sin sa saber una sóla nota. Oscar Lopez, como Hernado, pisoteados y vueltos a prestarse como felpudo, ya se ve, no son tontos ni alfombras. Son lo siguiente. Bolaños, con su comillo retorcido, habla de moral. Y díga usted lector si Koldo, Abalos y Cerdán venidos a mejor fortuna, sean culpables o no, tienen o no cara de macarras. Sanchez se califica por la gente de la que se ha rodeado: Gañanes, atrevidos, farsantes disfrazados con chaquetas de cuero socialista no uno ni dos, sino todos los del Peugeot, que lo llevan en la cara.
Cuando reflexionó cinco días sobre la acusación a su mujer, como salido de las saunas, decidió huir hacia delante e ir a por todas, organizó el waterclose de Leyre, Dolset, Teijelo etc…para desacreditar a jueces y periodistas, «caiga quien caiga».
Para lo cual no buscó luego como abogado de Cerdán a un catedrático o prestigioso abogado sino a alguien que no pudiera hablar porque ya estaba entro del contubernio.
Resulta curioso cómo se desvive Sanchez personalmente estos días con los caídos que pueden largar intentando tapar las bocas de agua del Titanic: Abalos, Cerdán, Gallardo, García Ortiz..y enfrente del iceberg el capitán deshaciéndose en elogios.
Mírese al espejo, dice hablando delante de él, hablando con dos bemoles de música y corrupción. Demacrado como sólo están los rodeados, viene a decirles tranquilos que habrá una salida, mientras prepara algún otro pariente al que vender.
La pregunta de Naranjo es muy pertinente: ¿Fue él quien los eligió a ellos o fueron ellos los que le pusieron a él? Como en todo barco nacional o autonómico los responsables últimos son los que pusieron de grumetes a estos títeres y marionetas.
Pero la pregunta final, -retórica por supuesto-, mientras nos dirigimos hacia el iceberg es del propio Sanchez. ¿Quien va a pedir disculpas? ¿Va a pedir disculpas Dequiendepende o continuirá huyendo hacia delante?
