La piel sensible, una condición que afecta a millones de personas en España, ha visto un incremento significativo en los últimos años. De acuerdo con el estudio Sensitive Skin in Europe, publicado en el Journal of the European Academy of Dermatology & Venerology (JEADV), más de 11 millones de personas en el país, el 35,4% de las mujeres y el 27,9% de los hombres, se identifican con este problema. Este fenómeno, cuya incidencia ha aumentado un 25% en la última década, plantea interrogantes sobre sus causas y posibles tratamientos.
¿Qué es la piel sensible?
Contrario a lo que muchos piensan, la piel sensible no es un tipo de piel, sino un estado disfuncional que puede afectar a cualquier tipo de piel: seca, grasa o mixta. Según el Dr Leandro Martínez, jefe de dermatología en el Hospital Regional de Málaga, la piel sensible se produce cuando la barrera epidérmica pierde su capacidad para proteger de manera eficaz. Esto provoca síntomas como sequedad, enrojecimiento, picor, tirantez y ardor.
La barrera cutánea actúa como un escudo que mantiene la piel hidratada y la protege del entorno externo, como el sol o los contaminantes. Cuando esta barrera se ve comprometida, la piel responde con sensibilidad y reactividad. Por tanto, la piel sensible no es un tipo de piel en sí, sino una alteración de su función protectora.
Causas de la piel sensible: ¿genética o adquirida?
La aparición de la piel sensible tiene un origen tanto genético como adquirido. Según Martínez, el 40% de los casos se deben a factores genéticos, mientras que el 60% restante se relaciona con malos hábitos de cuidado personal. El uso de cosméticos inadecuados, una limpieza deficiente y la exposición a ácaros como los del género Demodex, que provocan inflamación y sensibilidad, son factores que contribuyen a esta condición.
Además, factores externos como el estrés, la alimentación desequilibrada y la exposición a contaminantes también pueden desencadenar reacciones en la piel, acumulándose gradualmente hasta provocar una respuesta visible, tal como lo explica Tania Navas, responsable de formación de Hydrafacial España. Esta acumulación de factores provoca síntomas que van desde sequedad y tirantez hasta enrojecimiento y descamación.
Tratamientos para la piel sensible: más allá de los cuidados básicos
El tratamiento de la piel sensible debe centrarse en tres pilares fundamentales: limpieza adecuada, hidratación controlada y renovación celular. Martínez señala que la hidratación excesiva puede hacer que la piel «se vuelva perezosa» y dependa de productos externos, por lo que la clave está en estimular sus mecanismos naturales. En cuanto a la renovación, es importante activar la producción de colágeno y elastina mediante técnicas como microexfoliaciones.
En el ámbito cosmético, se recomienda el uso de ingredientes activos como el retinol, ácido hialurónico y vitamina C, entre otros, para ayudar en la renovación de la piel. Además, los tratamientos médicos con láseres fraccionados no ablativos y luz pulsada intensa (IPL) han demostrado ser efectivos, ya que estimulan los fibroblastos para mejorar la textura y elasticidad de la piel.
Innovaciones en el tratamiento: el PEEL Sensitive de Hydrafacial
El tratamiento PEEL Sensitive de Hydrafacial se ha posicionado como una opción prometedora para el cuidado de la piel sensible. Este procedimiento, diseñado para personas con piel reactiva, combina exfoliación, extracción de impurezas y micropeelings, utilizando ácidos de liberación lenta, como el ácido lactobiónico y el ácido fítico. Ambos son más suaves que otros exfoliantes, lo que los convierte en ideales para pieles propensas a la irritación.
El proceso incluye varias etapas que abarcan desde una exfoliación física combinada con sueros calmantes, hasta una hidratación profunda con ácido hialurónico. Una de las claves del éxito de este tratamiento radica en la aplicación de luces LED rojas que, al final del proceso, estimulan la producción de colágeno y elastina, esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel.
Resultados inmediatos y a largo plazo
Uno de los mayores atractivos del PEEL Sensitive es la rapidez con la que se observan los resultados. Según Navas, tras una sesión ya es posible notar una mejoría en la textura de la piel, la reducción de la tirantez y una hidratación más profunda. Además, a largo plazo, este tratamiento puede prevenir brotes de acné, reducir el tamaño de los poros y mejorar los signos del envejecimiento, como manchas y arrugas.
Para aquellos que buscan un tratamiento flash de choque, se recomiendan entre tres y seis sesiones, aunque una única sesión puede proporcionar un efecto inmediato y visible.
Precio: 199 €/sesión, en función de los boosters utilizados.
Dónde: En la web hydrafacial.es puedes encontrar tu clínica más cercana.