Conforme uno va cumpliendo años, tiende a desviar su atención a otras temáticas y se aleja del cine adrenalínico y de acción a raudales que viene a aportar menos sensación de satisfacción delante de una pantalla, por grande que esta sea. No obstante, no estamos ante cualquier proyecto igual a tantos ni ante un compendio de explosiones o tiros por dar mero espectáculo pirotécnico. Daniel Carparsoro, auténtico protagonista de la obra, no es un autor cualquiera, sino uno de los mayores expertos en thriller del panorama cinematográfico, traspasando con esta afirmación cualquier frontera ibérica o europea.
Asalto al Banco Central es uno más de sus atractivos trabajos con tanto sentido del entretenimiento como solidez en su construcción, es una prueba de que el thriller de acción puede atrapar de principio a fin hasta a los más agnósticos del género. Sus 5 capítulos de aproximadamente 40 minutos vuelan como hace mucho que a un servidor no le ocurría con una serie. Por mucho que te guste degustar a pequeños sorbos, puede perfectamente ocurrirte que sin darte cuenta, cuando vayas a mirar el reloj, ya vayas de una sentada por el último episodio; y esto es así no sólo por lo agresiva que suele ser Netflix, productora de la criatura, con el transcurso de un episodio a otro sin dejar respirar, sino porque realmente cuesta poco decidirse por ver qué ocurre a continuación de una historia trepidante y de ritmo ágil que, sin embargo, nunca cae en la torpeza de atrompiconarse.
Calparsoro ubica la historia, basada en hechos reales, por cierto, en la Barcelona de 1981, con la democracia en pañales y aún con la resaca del intento golpista al Congreso de los Diputados. Once hombres encapuchados entran en la sede del Banco Central, con la osadía de intentar robar más de 800 millones de las antiguas pesetas, con más de 200 rehenes dentro de la sede en el momento del asalto. Pero la trama va más allá, y hasta aquí llega la información si queremos evitar spoilers, cuando además del botín, los captores exigen entre las condiciones la liberación de Tejero y de otros tres responsables del 23F. Casi nada.
De ahí en adelante, la acción es tan intrigante como frenética, a lo que las convincentes interpretaciones (especialmente resaltables las de los periodistas, María Pedraza, Hovik Keuchkerian, y de Miguel Herrán, que pone cara y empaque al papel de líder del grupo de asaltantes) y una ambientación extremadamente cuidada suman para lograr un producto final más que atractivo.
Heredera en otro tiempo y lugar de la eterna La casa de papel, se trata de bastante más en forma que de una película de atracos. Posee en realidad el fondo de un thriller político y podemos afirmar que estamos ante una de las mejores series del año en una apuesta adictiva que demuestra que el dinero bien invertido en elementos de calidad, está mejor invertido.
Dirección: Daniel Calparsoro. Año: 2024. País: España. Duración: 40 min. Género: Serie de TV. Thriller. Basado en hechos reales. Robos & Atracos. Años 80. Miniserie de TV. Intérpretes: Miguel Herrán, María Pedraza, Hovik Keuchkerian, Isak Férriz, Chemi Hitos, Pablo Béjar, Pablo Vázquez, Gerard Torres, Laura Barceló, Juan José Ballesta. Guion: Patxi Amezcua. Música: Carlos Jean. Fotografía: Tommie Ferreras. Productora: Brutal Media. Distribuidora: Netflix. Estreno en España: 8 noviembre de 2024.