Sesión Golfa

Juan Carrasco de las Heras

Jay Kelly: darse un homenaje

En el año grande de Netflix en el cine, con producciones como Una casa llena de dinamita de Kathryn Bigelow o la versión de Frankenstein de Guillermo del Toro, la compañía de streaming triplica su apuesta y enseña músculo con la que pretende sea su gran opción para los Oscar, algo impensable para una productora/distribudora online hace apenas unos años. Esto supone una señal de que la diversidad se va imponiendo en la industria cinematográfica, por un lado, pero también el hecho incontestable de que podría ser la película más premiada la que casi nadie haya visto en el cine. Saquemos conclusiones…

Jay Kelly cuenta desde luego con todos los elementos que gustan a los académicos: un título con nombre y apellido de una persona suele tener un punto ganado en la carrera por el premio, suena como a trabajo serio en toda regla; la presencia de un elenco lustroso y un protagonista absoluto icónico con “figura popular muy premiable” como es George Clooney, es otra “pista” sobre las pretensiones del proyecto; Emily Mortimer en el guión y la producción, de la mano de un director reputado como Noah Baumbach, confeso admirador de Woody Allen, Robert Altman o Federico Fellini, cuya influencia se aprecia en todos sus trabajos, hacen la dupla definitiva para tenerlo todo de cara en el camino hacia la gloria. A veces los premios se buscan, pero no se tienen por qué encontrar, otras veces sí, veremos, veremos…

Dicho todo ello, y entrando en materia, el susodicho Jay Kelly es una gran estrella del cine que a sus sesenta años (64 tiene Clooney, se quita al protagonista edad como el personaje se pinta las canas y se maquilla las arrugas), se encuentra en medio de una crisis vital; un prestigioso festival de cine (en la Toscana, uno de los múltiples guiños/ autohomenaje) le brinda la oportunidad de hacer cuentas consigo mismo, con sus asuntos pendientes y con aquellos que lo rodean (más bien orbitan a su alrededor), especialmente sus hijas, acudiendo el libreto a la siempre socorrida paternidad cuando se tratan asuntos de identidad existencial.

Se trata de una cinta sobre la fama y sus inconvenientes, sobre la soledad y lo adictivo que resulta el aplauso, sobre unas cuantas cosas más, que, con todo y paradójicamente, en semejante oda a la sinceridad y al lucimiento de un gran actor (se pasa un poco con la mueca sonriente, por cierto) que prácticamente se interpreta a sí mismo, con la dificultad que ello conlleva, acaba echando en falta alguna que otra carga de profundidad.

Sin ser una película redonda, por mucho que lo busque (que lo busca), la última media hora en la que el proyecto parece tener menos claras las ideas que en la primera, más interesante, primera parte de la historia, no logra quitar el mérito de una buena película bien contada y con potencial para tener recorrido.

Dirección: Noah Baumbach. Año: 2025. País: USA. Duración: 132 min. Género: Comedia dramática. Intérpretes: George Clooney, Adam Sandler, Emily Mortimer, Billy Crudup, Laura Dern, Stacy Keach, Grace Edwards, Riley Keough, Patrick Wilson, Jim Broadbent, Nicôle Lecky, Thaddea Graham, Eve Hewson, Alba Rohrwacher, Lenny Henry, Josh Hamilton, Greta Gerwig, Patsy Ferran. Guion: Noah Baumbach, Emily Mortimer. Fotografía: Linus Sandgren. Música: Nicholas Britell. Productora:     Coproducción Estados Unidos-Reino Unido-Italia; Heyday Films, Pascal Pictures, NBGG Pictures. Distribuidora: Netflix. Estreno en España: 05 diciembre de 2025.

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Juan Carrasco

Éste homínido ceutí es crítico de cine desde hace años en el diario El Faro de Ceuta, así como responsable del espacio cinematográfico y de opinión "Fila 7" en la web www.ceuta.com y colaborador en la emisora de radio Onda 0 con su sección semanal "El Cine en la Onda".

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