El presidente matizó que piensa hacer compatible las dos funciones, al menos en una primera fase
Manuel Chaves prepara una ‘nueva’ vida tras su intensa etapa como vicepresidente del Gobierno y otra, más dilatada y polémica, al frente de la Junta de Andalucía. El hoy diputado por Cádiz no dejará su escaño, que le otorga un estatus especial por ejemplo ante posibles denuncias, ya que el aforamiento hace que sea el Supremo el competente en su caso.
De hecho, la jueza Mercedes Alaya ha imputado a varios miembros de Gobiernos andaluces de Chaves, entre ellos a dos consejeros de Empleo, por el caso de los ERE fradulentos. Uno de ellos, José Antonio Viera, es también diputado como Manuel Chaves.
El apartado 1 del artículo 102 de la Constitución establece una prerrogativa de aforamiento a favor del presidente y de los demás miembros del Gobierno. Señala que la responsabilidad criminal de los miembros del Gobierno será exigible ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
La prerrogativa constitucional, similar a la prevista en el artículo 71 de la Constitución para los diputados y senadores, tiene como finalidad proteger de forma cualificada la libertad, autonomía e independencia de los órganos constitucionales.
En su entorno, Chaves ya había expresado en alguna ocasión su intención de apartarse de la acción política tras la debacle del 20N, sobre todo en Cádiz, y el primer paso lo confirmó este martes 28 de febrero de 2012 antes de comenzar el acto de entrega de los títulos de Hijo Predilecto de Andalucía y las Medallas de Andalucía con motivo del 28-F. La idea de Chaves es seguir residiendo en Sevilla y, gracias al AVE, viajar a diario a Córdoba para impartir clases en la Universidad.
Aunque el presidente matizó que piensa hacer «compatible, al menos en una primera fase», la docencia con sus funciones de diputado en el Congreso, fuentes del PSOE gaditano no descartan que pudiera dimitir como diputado, lo que llevaría al ex diputado Salvador de la Encina, uno de los más activos en la última legislatura, a ocupar un escaño en el Congreso.
Su reincorporación a la Universidad se producirá en septiembre de este año para el curso 2012-2013 en la Cátedra de Derecho en Córdoba.
Discreción
Chaves, que ha reconocido que quería tener el asunto «un poco discreto», ha confirmado que está «preparando la vuelta a la Universidad», en concreto al Departamento del Derecho del Trabajo de la Facultad de Derecho de Córdoba. «Espero, lógicamente, al menos en una primera fase, hacerlo compatible», ha añadido.
Por otro lado, y antes de comenzar el acto de entrega de los títulos con motivo del 28-F, Chaves ha puesto en valor los numerosos «méritos» de los nombrados Hijos Predilectos de Andalucía 2012, la cineasta Josefina Molina y el pintor Luis Gordillo.
Así, y sobre la posibilidad de que el propio ex presidente andaluz fuese galardonado con este título, ha asegurado que se siente «muy joven para ser nombrado Hijo Predilecto». «Creo que las dos personas nombradas este año tienen muchos méritos para serlo, seguramente muchos más que yo», ha señalado.
El ‘régimen’ de Chaves
La incorporación de Manuel Chaves a su puesto en la Universidad de Córdoba implicaría, al menos teóricamente, el fin de lo que se ha dado en llamar el ‘régimen’.
Desde que, en 1990 obtuviera la presidencia de la Junta de Andalucía, Chaves ha formado parte de un grupo de ‘barones’, o socialistas muy destacados, que ahora están ya fuera de la política activa: Juan Carlos Rodríguez Ivarra y José Bono. En 1994 accede a la Secretaría General del PSOE-A, cargo que mantuvo hasta 2010.
La vida de Chaves cambió radicalmente, con gran polémica en Andalucía, el 7 de abril de 2009 cuando decidió incorporarse al Gobierno central, tras ser nombrado por Zapatero como vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial.
Chaves dimitió como presidente de la Junta y parlamentario andaluz. Luego ‘cedió’ su puesto de presidente a José Antonio Griñán, a quien acabaría cediendo también el control del partido, asumiendo el segundo la secretaría general del partido en un congreso extraordinario.