TECNOLOGÍA Y MISTERIOS EN EL DESIERTO

¿Un platillo volador en el Sáhara?: la viral imagen de Google Maps que desata la imaginación

Una extraña estructura circular cerca de Bordj Omar Driss, en Argelia, revoluciona las redes y reaviva la eterna fascinación humana por los ovnis

Un OVNI en el Desierto del Sahara
Un OVNI en el Desierto del Sahara. PD

El desierto del Sáhara es un lugar donde la imaginación puede volar tan alto como el sol abrasador que lo domina.

No es de extrañar que una misteriosa imagen captada por Google Maps haya hecho explotar las redes sociales y foros especializados.

En medio de un paisaje aparentemente inhóspito, cerca de la localidad argelina de Bordj Omar Driss, una curiosa estructura circular ha sido bautizada por muchos usuarios como un “platillo volante” varado en la arena.

Las coordenadas exactas —28°8’45.15″ N, 6°48’20.85″ E— se han convertido en destino obligado para los exploradores digitales y los amantes de los misterios.

Todo comenzó cuando Scott Waring, célebre cazador de ovnis, compartió el hallazgo y sugirió que podría tratarse de una nave extraterrestre perdida hace milenios, antes incluso de la historia humana registrada.

Las teorías no tardaron en multiplicarse: ¿una nave alienígena?, ¿restos de alguna civilización olvidada?, ¿o simplemente una broma digital?

El poder viral de los ovnis y el eterno anhelo marciano

La fascinación humana por los platillos volantes, los ovnis y los marcianos viene de lejos. Desde mediados del siglo XX, con el famoso caso Roswell o las oleadas de avistamientos en Estados Unidos y Europa, nuestra cultura está impregnada de relatos que mezclan tecnología, misterio y esperanza de no estar solos en el universo. No es casualidad que cualquier anomalía visual —más aún si aparece en Google Maps— despierte una ola instantánea de especulaciones y memes.

¿Por qué nos atraen tanto estos enigmas? La respuesta está, al menos en parte, en nuestra tendencia a buscar patrones y significados donde quizá no los hay. Además, las historias de ovnis ofrecen un respiro a la rutina diaria: nos permiten soñar con otros mundos y explorar lo desconocido desde la comodidad del sofá.

Ciencia frente a misterio: explicación terrenal para un fenómeno viral

Sin embargo, a pesar del entusiasmo popular, los expertos han aportado rápidamente una dosis de realidad al caso. Nick Pope, ex investigador oficial de ovnis del Ministerio de Defensa británico, ha recordado que con las nuevas capacidades de inteligencia artificial es cada vez más complicado garantizar la autenticidad absoluta de las imágenes digitales. Aun así, incluso suponiendo que no haya manipulación alguna, el análisis objetivo invita a aplicar la célebre navaja de Occam: “La explicación más simple suele ser la correcta”.

En este caso concreto, todo apunta a que lo que se ve no es otra cosa que la base circular de hormigón armado destinada a una turbina eólica terrestre. Antes de instalar la torre y las aspas, estas estructuras se excavan profundamente en el suelo, lo que explica su aspecto parcialmente enterrado y su forma perfectamente circular. Un ejemplo más de cómo la ingeniería puede parecer magia… o ciencia ficción.

Curiosidades científicas: cuando el desierto se convierte en laboratorio

El Sáhara, además de alimentar leyendas sobre civilizaciones perdidas o visitas extraterrestres, es un verdadero laboratorio natural para científicos e ingenieros:

  • Las bases para turbinas eólicas como la observada son auténticas proezas técnicas: deben soportar fuerzas enormes y resistir décadas bajo condiciones extremas.
  • El propio Google Maps se ha convertido sin quererlo en una herramienta para descubrir desde restos arqueológicos hasta fenómenos naturales insólitos —y sí, también para alimentar nuestra imaginación con supuestos ovnis.
  • Las formaciones circulares abundan en el desierto: desde estructuras geológicas como el Ojo del Sáhara (la estructura de Richat) hasta cráteres meteoríticos o restos arqueológicos.
  • Los algoritmos actuales pueden detectar patrones extraños en imágenes satelitales, pero aún les cuesta distinguir entre artefactos humanos y fenómenos naturales.

La obsesión colectiva por los “visitantes” y otras anécdotas espaciales

No sería un buen reportaje sobre platillos volantes sin recordar algunos episodios memorables:

  • En 1976, la sonda Viking fotografió una formación rocosa en Marte con forma similar a un rostro humano. Décadas después se comprobó que era solo un juego de luces y sombras.
  • En 2019, Google Maps ya fue protagonista al revelar lo que parecía ser un avión estrellado en medio del bosque australiano… que resultó ser simplemente una ilusión óptica causada por imágenes superpuestas.
  • El propio término “platillo volante” surgió casi por accidente cuando un periodista malinterpretó las declaraciones del piloto Kenneth Arnold tras su avistamiento en 1947; Arnold había comparado el movimiento con “un plato lanzado sobre el agua”, no su forma.
  • Un estudio reciente muestra que más del 60% de los avistamientos ovni tienen explicación meteorológica o astronómica: globos sonda, meteoritos o incluso Venus brillando al amanecer.

Y mientras tanto, cada vez que surge una nueva imagen misteriosa —como esta supuesta nave extraterrestre varada entre las dunas— Internet hace lo que mejor sabe: imaginar posibilidades imposibles, compartir teorías locas y reírse juntos ante la inagotable creatividad humana. Quién sabe… quizá algún día Google Maps sí encuentre algo verdaderamente inexplicable.

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