El joven de 20 años, y con problemas mentales, se ha salvado de puro milagro: la espada medieval de 40 centímetros que se hundió en su pecho se quedó entre el pericardio y el nervio frénico derecho, sin llegar a seccionarlo.
Había entrado en una tienda de antigüedades del centro de Zaragoza y se la clavó sin mediar palabra: «Me confundí», declararía más tarde a la Policía.
(VÍDEO CON FUERTES IMÁGENES DE LA OPERACIÓN QUIRÚRGICA)
Una ambulancia se personó en la zona y lo llevaron a Urgencias del Miguel Servet.
Según otra sanitaria del hospital, al joven «le ha tocado la lotería».
«Unos centímetros más arriba o a un lado y no lo cuenta. Tuvo una suerte increíble. Le ha tocado la lotería»,
señaló uno de los facultativos que lo atendió.
El individuo fue dado de alta días después, y fue derivado al área de Psiquiatría.