Que el Señor te mire, vuelva su rostro hacia ti y te sientas mirado por Él, no vigilado, sino acompañado por su presencia íntima
(Ángel Moreno).- El año comienza con la mirada maternal de María, la Madre de Dios, la bendita, y con la invocación de la bendición más antigua de la Biblia. Celebramos la octava de Navidad, el día en que el pequeño de Belén recibió el nombre de Jesús, el Emmanuel.
Para leer el artículo completo, pinche aquí