"El camino de Pedro", organizada con motivo del Año de la Fe en el Castel Sant'Angelo
El cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, dijo hoy que la fe no es el resultado de un proceso racional ni una herencia transmitida, sino un don de Dios que si es plenamente vivido aleja al hombre de la mediocridad.
Bertone hizo estas manifestaciones durante la inauguración de la exposición «El camino de Pedro», organizada con motivo del Año de la Fe -abierto por Benedicto XVI el pasado mes de octubre- y cuyo objetivo es reforzar la fe en una época, la actual, «que pretende reducirla a la esfera privada», según dijo el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización.
El purpurado aseguró que la Iglesia siempre alienta el amor por el arte y que con esta exposición sobre san Pedro recuerda a todos los hombres «lo necesaria que es la audacia de la fe y de la esperanza.
«La fe cristiana no es una fría y arrogante posesión de la verdad que se empuña, sino el haber sido conquistados por la revelación de que Dios es amor, con el que podemos contar, a pesar de todos los momentos difíciles que tengamos que afrontar», añadió el «número dos» de la Santa Sede.
Bertone abogó por la edificación de una sociedad «sana» y dirigiéndose a los nos creyentes señaló que el cristianismo serán siempre «un aliado tenaz y de confianza».
El cardenal salesiano añadió que ninguna sociedad puede sostenerse «sin una alianza fuerte entre sus miembros, hecha de confianza recíproca, vínculos y compromiso por la justicia».
«El camino de Pedro» ha sido instalada en el Castel Sant’Angelo el monumental castillo a orillas del río Tíber que fue panteón del emperador Adriano y posteriormente fortaleza donde se refugiaban los papas, y está compuesta por 40 cuadros y esculturas que van desde los siglos IV y V hasta el siglo XX, procedentes de siete países, entre ellos España.
Entre los cuadros, con los que se recorren la historia de la cristiandad a través de Pedro, se encuentran obran de Luca Giordano, Lorenzo Veneziano, Vitale da Bologna, Jan Brueghel, Giorgio Vasari, Eugene Burnand, Marco Basaiti y Garofalo.
La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 1 de mayo y según precisó el arzobispo Fisichella durante la presentación de la misma la Iglesia pretende reforzar «la nostalgia de Dios que existe latente en el corazón de los hombres en esta época».
(Rd/Agencias)
