Un laicismo agresivo, hostil con las creencias religiosas, afectaría negativamente a la convivencia pacífica y podría provocar reacciones peligrosas
(J. M. Bausset).- Estas palabras de la Presidenta del Parlamento de Catalunya, Carme Forcadell, podrían resumir el acto que tuvo lugar el martes 21, en la presentación del documento, «El hecho religioso en la Catalunya del futuro».
Este acto contó con la presencia de los representantes de diversas confesiones religiosas: el Budismo Tibetano, el Budismo zen, la Iglesia Católica, el Consejo Evangélico de Catalunya, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Unión de Centros Culturales Islámicos de Catalunya y la Iglesia Ortodoxa.
El acto de presentación de este documento, con la participación de unos 300 asistentes, con la presencia de la Presidenta del Parlamento, fue presidido por la Consellera de Gobernación, Meritxell Borràs, el notario Lluís Jou, presidente de la Academia de Legislación y Jurisprudencia de Catalunya, Carles Armegol, del Grup Sant Jordi de Defensa i Promoció dels Drets Humans y el P. Hilari Raguer, monje de Montserrat e historiador.
Después de la salutación de la Presidenta Carme Forcadell, tomó la palabra el Sr. Carles Armengol que hizo la presentación de este documento. Posteriormente habló el Sr. Lluís Jou, que contextualizó el documento en el ámbito legislativo.
El P. Hilari Raguer defendió el derecho «a una democracia catalana laica, en un punto de equilibrio entre el confesionalismo impositivo y el laicismo agresivo». El P. Raguer dijo también que obviar el hecho religioso «puede ocasionar una oposición en la creación de nuestro nuevo Estado y restarle adhesiones y legitimidad». Para el P. Hilari Raguer, «un laicismo agresivo, hostil con las creencias religiosas, afectaría negativamente a la convivencia pacífica y podría provocar reacciones peligrosas».
En el acto intervinieron también los representantes de las confesiones religiosas antes mencionadas, y que han apoyado este documento, un texto que quiere remarcar la importancia de un modelo de estado aconfesional para la futura República Catalana, que habrá de defender la neutralidad en relación a todas las creencias religiosas.
Concluyó el acto la Consellera de Gobernación, Meritxell Borràs, que como la Presidenta del Parlamento, ha dado su apoyo a las propuestas de este documento. La Consellera Meritxell Borràs dijo que «conviene que todos los sectores sociales se impliquen en el cambio que vive nuestro país». Por eso defendió el derecho a que la realidad religiosa «participe en la vida pública y haga sentir su voz». Como dijo la Consellera Borràs, el hecho religioso no puede quedar «arrinconado en la sacristía y en la vida privada».
La Presidenta del Parlamento de Catalunya destacó la importancia de la laicidad, que «se basa en la separación entre el estado y las iglesias«, y por eso mismo, en la neutralidad «del Estado respecto a las religiones y a las corrientes seculares, pero sin que esta neutralidad signifique dejar de lado el hecho religioso». La Presidenta del Parlamento defendió la necesidad de construir el País «entre todas y todos, desde la pluralidad, la diversidad y el respecto por las creencias y religiones de cada persona. Solo así», concluyó la Presidenta, «haremos un país mejor».
El acto contó también con diversos diputados del Parlamento, además del Conseller de Sanidad, Toni Comín y de la Consellera de Educación, Meritxell Ruiz, y con representantes de las diecisiete entidades promotoras de este documento, como la Escuela Pía de Catalunya, la Federación Catalana de Pax Romana, la Lliga Espiritual de la Virgen de Montserrat, la Fundación Joan Maragall, el Grup Sant Jordi de Defensa i Promoció dels Drets Humans, Justicia y Paz, la Unión de Centros Culturales Islámicos de Catalunya, la Fundación Claret, la Junta Directiva de la Unió de Religiosos de Catalunya, Vedruna Catalunya o la Coordinadora Catalana de Entidades Budistas de Catalunya.