Su ex marido la roció en 2001 con ácido sulfúrico. Tras 87 operaciones y una toxoplasmosis, decidió acabar con su vida
(J. B./Agencias).- ¿El último ‘milagro’ del Papa en Colombia? Consuelo Córdoba estaba decidida a acabar con su vida. Tenía cita el 29 de septiembre para «terminar con este sufrimiento«. Sin embargo, y tras recibir la bendición del Papa en la Nunciatura de Colombia, desistió. «Me dijo que no, que no iba a hacer eso. Me aseguró que yo era muy valiente y que muy linda. Estoy más viva que nunca».
Desde el 24 de junio de 2001, cuando su exmarido, Dagoberto Ensuncho, la quemó con ácido sulfúrico y le deformó completamente su rostro, ha tenido que padecer un calvario y vivir, prácticamente, de la caridad de otros.
Su sueño de convertirse en estilista profesional se truncó y sentía que ya no tenía motivos para seguir dando la pelea a las diferentes enfermedades que padece. Después de 87 cirugías y de sufrir constantes humillaciones y discriminaciones, tenía la ilusión de reconstruir su vida y conseguir una casa propia, como se lo había prometido a ella misma desde niña.
Pero, por el estrés generado del ataque y de subsistir de la ayuda de otros, con el paso del tiempo fue desencadenando otra enfermedad. La toxoplasmosis cerebral, es decir, una infección en el cerebro. Por tal razón, comenzó a hacer los trámites para aplicarse la eutanasia y «terminar con este sufrimiento», como se lo aseguró a Noticias Caracol. La cita la tenía programada para el próximo 29 de septiembre.
Sin embargo, ella tenía un último deseo antes de morir: recibir la bendición del papa Francisco para poder descansar en paz. Y lo consiguió en la Nunciatura Apostólica en Bogotá. El máximo líder de la iglesia católica le dio una bendición y la convenció de que siguiera viviendo y luchando por sus sueños.
«Gracias a Dios se pudo dar este milagro. Me abrazó y le entregué el regalo. Estoy feliz, le dije que me iba a hacer la eutanasia, que me ayudara, y me dijo que no, que no iba a hacer eso. Me aseguró que yo era muy valiente y que muy linda», contó a Noticias Caracol, la mujer de 56 años.
Entre risas le aseguró al médico que le iba a aplicar la eutanasia que se quedara esperándola porque ella ahora está más viva que nunca, con sus ilusiones intactas de tener una casa propia y montar su salón de belleza.
En Colombia, las cifras por ataques con ácido a las mujeres son alarmantes. Según Medicina Legal, desde 2004 hasta 2016 se registraron 1.151 ataques. No obstante, hay muchos que no se conocen por el temor de las víctimas a denunciar.
(RD/Agencias)