El alcalde Gallardón ofreció a Rouco la plaza de Cibeles
(Jesús Bastante).- Sucede después de cada acto multitudinario con el Papa. Al día siguiente, los miembros del Camino Neocatecumenal (comúnmente conocidos como «kikos», haciendo honor al nombre de su fundador, Kiko Argüello), llevan a cabo un «encuentro vocacional» en el que, tras un largo speech de su líder, centenares de manos se alzan al cielo, como fruto en forma de vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa, en este caso, de la JMJ.
Son el «ejército» de Rouco Varela, quien en su día les concedió un seminario en Madrid y que tanto les ha ayudado para encumbrarlos como uno de los nuevos movimientos más poderosos de la Iglesia católica.
En esta ocasión, la cita tendrá lugar a las cinco de la tarde en la plaza de Cibeles. Los madrileños tendrán que esperar un día más para poder transitar por el centro, pues este lunes estará de nuevo copado por más de 150.000 neocatecumenales, guiador por Argüello y por su benefactor, el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
En un principio, el acto debía celebrarse en el aeódromo de Cuatro Vientos, pero finalmente el Ministerio de Defensa negó el permiso para su celebración, al considerar que este acto se salía de la convocatoria oficial de la Jornada Mundial de la Juventud.
De inmediato, el alcalde Gallardón ofreció a Rouco la plaza de Cibeles. Se trata de una nueva concesión de Rouco a los kikos, a quienes agradece su presencia en todas las iniciativas, desde las misas por la familia en Navidad -idea del propio Argüello- hasta la congregación de más de 300.000 fieles de este movimiento en la recién terminada JMJ.
Según explica el Camino Neocatecumenal en nota de prensa, el de esta tarde congregará a 150.000 jóvenes de un centenar de países, en una «celebración litúrgica presidida por el cardenal de Madrid», que estará acompañado por 7 cardenales y 70 obispos.
«Desde 1984 los jóvenes neocatecumenales tras cada Jornada participan en un encuentro vocacional en el que multitud de chicos y chicas muestran su disponibilidad ante la llamada del Señor para el sacerdocio o la vida consagrada», reitera la nota, que no explica por qué dichas vocaciones no se suscitaron en la vigilia de Cuatro Vientos o en la misa conclusiva de ayer.
Los jóvenes que alcen la mano serán invitados «a ofrecer su vida por la Nueva Evangelización de forma concreta en el ministerio sacerdotal y en la vida consagrada para China».
Esta iniciativa lleva realizándose desde el año 1989 tras la IV JMJ celebrada en Santiago de Compostela. En esta ocasión, una orquesta formada por 170 jóvenes músicos del Camino interpretará una versión reducida de la sinfonía «El Sufrimiento de los inocentes» compuesta por Kiko Argüello y que ya ha sido interpretada en lugares como Israel, Roma, París, Düsseldorf o la Catedral de Madrid. Argüello ha sido, además, el encargado de de decorar buena parte del tempo arzobispal madrileño.