La gente nos ha gritado: ¡ayudadnos a volver a vivir!
(Agencia Fides) – El Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos, ha expresado que estaba conmovido y ha dado las gracias de corazón al Papa Francisco por su oración espontánea por el «pueblo que sufre en Iraq», y por su enviado personal en aquellas tierras.
La oración la realizó el Papa al final de la oración de los fieles durante la Misa por la paz y la reconciliación celebrada en la catedral de Seúl, en la conclusión de su visita a Corea.
Después de orar por la paz mundial, por la Iglesia, por los lugares en guerra, por los que sufren por la separación y división, por los marginados y los pobres, el Papa añadió de forma improvisada «por el cardenal Filoni, que no ha podido venir, porque ha sido enviado por el Papa al pueblo que sufre en Iraq, para ayudar a los perseguidos, a los despojados, a todas las minorías religiosas que sufren en esa tierra, para que el Señor esté cerca en su misión».
Intervención inmediata para ayudar a la población local
Es urgente intervenir inmediatamente con ayudas de primera necesidad y también garantizar la protección de las poblaciones locales, víctimas de la violencia de ISIL: es lo que piden en un comunicado conjunto, el cardenal Fernando Filoni, enviado especial del Papa en Iraq, y el Patriarca de Babilonia de los caldeos, Louis Sako. Este es el texto del comunicado del Patriarcado Caldeo, recibido por la Agencia Fides.
El Enviado Personal del Santo Padre en Iraq, el Card. Fernando Filoni, acompañado por el Patriarca Sako, por el Nuncio Apostólico y por los obispos locales, se ha reunido con las autoridades políticas de la región autónoma del Kurdistán y ha visitado a los refugiados cristianos, yazidis y otros en las provincias de Duhok y Erbil.
Tras escuchar y ver las tragedias y el sufrimiento de muchas familias que han abandonado sus aldeas, sus casas y propiedades, especialmente en Mosul, en la llanura de Nínive y en Sinjar, se une al nuevo llamamiento del Patriarca para pedir a la Comunidad Internacional, y en particular a los países y las organizaciones internacionales que tienen una mayor responsabilidad moral, que:
1 se intervenga inmediatamente llevando ayudas de primera necesidad: agua, alimentos, medicinas, servicios sanitarios, etc,
2 se libere a las aldeas y lugares ocupados, tan pronto como sea posible y de una manera estable. ¡No debemos dejar morir la esperanza de las poblaciones!
3 se proporcione una protección internacional a estos pueblos para alentar a las familias a regresar a sus hogares y continuar su vida normal en seguridad y en paz. Muchas veces la gente nos ha gritado: ¡ayudadnos a volver a vivir!