La lluvia dio tregua en Londres, pero la Centre Court vivió este 6 de julio de 2025 un vendaval de cañonazos.
Carlos Alcaraz fue puesto a prueba por un arranque arrollador de Andrey Rublev.
El bicampeón rápidamente desplegó su mejor tenis en lo que va del major de hierba de 2025, asegurando su lugar en los cuartos de final, donde tendrá como rival a Cameron Norrie, quien sobrevivió a un infierno de pelotazos y saques bomba del chileno Nicolás Jarry.
Norrie ganó el partido en cinco sets con un marcador de 6-3, 7-6(4), 6-7(7), 6-7(5), 6-3.
Justo después de eso, Alcaraz remontó para lograr una victoria por 6-7(5), 6-3, 6-4, 6-4 en la Pista Central, extendiendo su racha a 22 triunfos consecutivos a nivel de circuito.
En el primer enfrentamiento entre jugadores del Top 20 en el cuadro masculino, el español de 22 años elevó su nivel tras perder el primer set, cautivando al público con momentos característicos de genialidad en el camino hacia una victoria lograda en dos horas y 43 minutos.
Alcaraz, número dos del mundo y vigente campeón, revalidó su condición de favorito al doblegar al ruso, en un duelo plagado de tensión, alternativas y, sobre todo, cañonazos desde ambos lados de la red.
Con este resultado, el español firma su victoria consecutiva número 23 y sigue alimentando su idilio con el All England Club.
La jornada no solo sirvió para ratificar el dominio de Alcaraz, sino también para reivindicar la peligrosidad de Rublev.
El ruso vendió cara su derrota y puso al campeón contra las cuerdas, especialmente con un primer set que se resolvió por detalles mínimos y que obligó al español a sacar lo mejor de su repertorio.
El dato más llamativo: 22 saques directos del murciano —la segunda mejor marca de toda su carrera— en una tarde donde el servicio fue el principal argumento ofensivo para ambos jugadores.
Análisis táctico: potencia frente a solidez
El partido arrancó con Rublev muy agresivo desde el fondo, buscando dominar con su derecha pesada. El ruso se llevó el primer set en el tie-break (7-6), aprovechando algunos errores no forzados del español. Pero ahí emergió la versión más competitiva de Alcaraz: varió alturas, utilizó con inteligencia la dejada y subió frecuentemente a la red para desactivar el ritmo constante del moscovita.
Si algo caracteriza a Rublev es su explosividad; sin embargo, cuando el partido demandó alternativas tácticas más allá del peloteo plano, fue Alcaraz quien encontró las respuestas. El murciano rompió el saque rival en momentos clave del tercer y cuarto set y cerró el encuentro con una confianza digna de quien ya sabe lo que es levantar la corona sobre la hierba londinense.
Estado de forma y recorrido reciente
Alcaraz llegaba lanzado tras conquistar títulos este año en Montecarlo, Roma, Roland Garros y Queen’s, dominando todas las superficies e imponiendo un ritmo difícil de igualar incluso para los mejores. La confianza se nota: ni siquiera ceder el primer set ante Rublev alteró su plan ni sus gestos.
Rublev, por su parte, aterrizaba en octavos tras superar a rivales como Laslo Djere, Lloyd Harris y Adrian Mannarino. Su balance en hierba es bueno —el año pasado ya alcanzó los cuartos— aunque sigue sin poder romper esa barrera psicológica ante los mejores en Grand Slam. De hecho, la hierba no es históricamente su superficie predilecta: ha perdido sus dos únicas finales ATP sobre césped (ambas en Halle).
Datos clave del partido
- Tiempo total: 2 horas y 43 minutos
- Aces de Alcaraz: 22 (segunda mejor cifra de su carrera)
- Break points convertidos por Alcaraz: 4/8
- Racha activa: 23 victorias seguidas para Alcaraz
- Ranking actual: Alcaraz (2), Rublev (14)
- Próximo rival: Cameron Norrie espera en cuartos tras superar a Nico Jarry en cinco sets
Pronóstico para los cuartos y contexto competitivo
El cruce ante Cameron Norrie se presenta como un nuevo reto exigente para Alcaraz. El británico llega crecido tras una maratón ante Jarry y jugará con el empuje del público local. No obstante, las casas de apuestas sitúan claramente favorito al español —su cuota ronda el 1.20 frente al 4.50 del británico— gracias al nivel mostrado y a esa capacidad casi sobrenatural para encontrar soluciones bajo presión.
En cuanto a Rublev, queda la sensación de que sigue siendo uno de los jugadores más peligrosos fuera del grupo selecto que domina los Grand Slams. Su potencia le permite competir contra cualquiera; sin embargo, ese salto definitivo parece resistírsele cuando enfrente tiene a un genio como Alcaraz.
Un encuentro con aroma a clásico… y mucho humor británico
La grada vibró con cada punto largo y cada ace; incluso hubo tiempo para que algún espectador despistado preguntara si se podía puntuar doble por un saque tan potente como el del murciano. Wimbledon sigue siendo tradición… pero también espectáculo puro.
Y hablando de espectáculo:
Diez curiosidades sobre Andrey Rublev
- Amante confeso de la música: formó una banda llamada “Summer Afternoon” con amigos de infancia e incluso grabaron un tributo a One Direction.
- Ganó un torneo ATP como lucky loser: conquistó Umag 2017 tras entrar como repescado por baja médica… ¡y fue el primero desde 2009 en lograrlo así!
- Carácter volcánico heredado: reconoce que tiene mal genio dentro de pista… igual que su padre.
- Victoria exprés ante Federer: le ganó a Roger Federer en solo 62 minutos durante Cincinnati 2019.
- Fanático del manga japonés: especialmente “Naruto” y “One Piece”.
- Entrenador español clave: muchos años junto a Fernando Vicente han marcado su carrera.
- Hito histórico con Rusia: fue pieza clave para ganar ATP Cup y Copa Davis en el mismo año (2021).
- Primer ruso campeón individual y dobles en Madrid: logró ambos títulos (2023 dobles; 2024 individual).
- Debut profesional precoz: jugó torneos oficiales desde los 13 años.
- Siempre supersticioso: lleva amuletos y rutinas muy marcadas antes de cada partido.
Mientras tanto, Wimbledon disfruta viendo cómo la nueva generación —liderada por Alcaraz— desafía las leyes físicas… ¡y las tradiciones más british! Todo apunta a que la emoción continuará unos días más bajo los cielos impredecibles (y las ovaciones) londinenses.
