Santi Nolla saca pecho: "En un mundo en el que no dimite nadie, el presidente se va para no perjudicar al club"
Joan Vehils, director de Sport, no ha pasado buena noche. El periodista no ha tenido mejor idea que empezar su artículo de este viernes 24 de enero de 2014 lamentando que:
En Madrid ayer se descorcharon muchas botellas de champagne y eso no es bueno para el Barça
El director del diario catalán no estaba de acuerdo con la marcha de Rosell:
Se llame Rosell, Laporta o Núñez, nunca es bueno que un presidente del Barça dimita y menos que salga por la puerta trasera
Ya al final del artículo, el propio Vehils tiene que reconocer que ni en Cataluña saben por qué se va. Y es que el ya ex presidente no lo aclaró en su declaración:
Lo deja sin dar explicaciones claras a todos esos socios que en su día acudieron en procesión a votarle. Tampoco fue demasiado explícito con sus directivos.
Josep María Casanovas, que en el mismo periódico se ha cansado de proclamar que los chanchullos judiciales que mantienen al Barça en vilo en los últimos tiempos provienen de los ataques de la caverna españolista que busca destruir en los juzgados lo que los culés ganan en el campo, saca pecho:
Esto no pasa en ningún otro club del mundo
Aún asi, compadece a Rosell por lo mal que lo debía estar pasando:
Es una decisión comprensible si tenemos en cuenta los ataques sufridos por su entorno familiar. El ya expresidente antepone la familia al Barça. Prefiere la paz y tranquilidad de los suyos a la lucha diaria de una presidencia que tiene un desgaste humano terrible. Está cansado de soportar ataques que considera injustos y temerarios. Tenía cara de derrotado.
Por lo menos, deja un poco de dignidad para el final del artículo. Aquí ya no hay campañas desde la capital ni conspiraciones cavernarias:
Si cuando para fichar a un jugador tienes que hacer nueve contratos, algo falla, algo se ha hecho mal.
Joan María Batlle también se lamenta:
Es una cuestión de poder y como el poder crea envidias y enemigos, al día siguiente de sentarse en el sillón presidencial, a Rosell se le multiplicaron los que le tenían ganas. No le han perdonado ni una, es cierto, pero a Sandro esto no le tendría que venir de nuevo. Él hizo lo mismo con Laporta, igual que Laporta hizo con Gaspart y Núñez.
Y en esta jungla, el presidente Rosell no ha estado a la altura del candidato Sandro. Como oposición, podía esconderse mientras otros le hacían el trabajo sucio, como presidente, ha tenido que dar la cara y el desgaste ha sido brutal. Al final, le ha podido la presión. Lo primero es la familia y tiene toda la razón del mundo, pero el golpe que le ha derrotado ha sido el caso Neymar. Le honra que no quiera perjudicar al Barça, pero ha arrojado la toalla a las primeras de cambio y del presidente del Barça se espera otra cosa.
En Mundo Deportivo Santi Nolla dice que la de Rosell es una decisión tomada «desde la responsabilidad»:
En un mundo en el que no dimite nadie, el presidente se ha ido para no perjudicar al club en un proceso que se intuye largo tras la querella admitida a trámite
Y ¡cómo no! hay que hablar de los medios de Madrid. Si no, no sería un buen periódico catalán:
La querella va dirigida exclusivamente a Rosell, por lo que sin él, se supone que bajará el ‘suflé’ y el contrato de Neymar dejará de estar en las portadas de los diarios de Madrid, en las radios y teles, en las comidillas y ya no será más filtrado (lo tiene la Audiencia y el socio) para hacer daño al club. La sensación es que Sandro Rosell, 49 años, lo deja haciendo un ejercicio de honestidad.
Luis Racionero da una pataleta:
Habría que contratar a un socio madridista, aunque no tuviera farmacia, para que fuese al juez Ruz a denunciar aspectos oscuros en el fichaje de Bale, para ver qué gracia les hace a los madridistas y a Florentino que lo demanden. Parece ser que a Cristiano se le pagó con dinero de Bankia, pero eso no tiene ninguna importancia; lo pagamos todos.
