Todo el mundo lo esperaba, pero duele, porque Iker Casillas ha sido de verdad uno de los grandes.
Iker ha confirmado en la mañana de este 15 de julio de 2019 su retirada del fútbol.
Quien fuera el gran portero del Real Madrid, el ‘Santo’ que lo paraba todo, tenía contrato hasta el año 2020 con el Oporto, donde se mudó a vivir con su familia para comenzar una nueva etapa profesional.
Sin embargo, el susto que supuso el infarto que sufrió el pasado mes de mayo, ha provocado que se replantee de nuevo su vida y haya decidido tomar la decisión de abandonar la primera fila para adoptar un papel más secundario en el equipo.
“Voy a hacer algo diferente de lo que habitualmente hacía, que era estar en el terreno de juego”.
El de Móstoles, a partir de ahora, formará parte del staff del Oporto como directivo del equipo “con otras funciones”. Una decisión que ha sido muy meditada, tal y como él mismo ha reconocido.
Aunque su salud se ha recuperado y todo ha quedado en un susto, el miedo no se ha disipado. Los principios de su vida han tomado más presencia y, en ellos, sus hijos y su mujer, Sara Carbonero, ocupan los primeros puestos.
“El entrenador Sergio Conceiçao habló conmigo la pasada temporada cuando se produjo mi situación y me dijo que quería que me quedara con ellos, cerca de los jugadores, cerca de los jugadores más jóvenes, porque habría varios cambios”.
Iker Casillas ha comentado que ahora pasará más tiempo en casa junto a su familia, aunque su trabajo continuará siendo una parte clave de su rutina.