Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Amy y Teddy

El día 24 de julio se tuvo noticia de la muerte trágica de la cantante soul Amy Winehouse. Apenas unas semanas antes, el 1 de julio, fue detenido Eduardo («Teddy») Bautista en una operación por un supuesto delito económico de la SGAE de la que era presidente. Ambos, espléndidos cantantes de soul, con un final diferete, pero trágico. Aunque ahora los panegíricos artisticos son para Amy, creo que habría que hacer justicia musical a Teddy.

I. AMY WINEHOUSE, INTERÉS LUCTUOSO POR LA ESTRELLA DEL SOUL
Nadie duda de que Amy Winehouse tenía una voz espléndida, especialmente idónea para la música «soul». Su interpretación de «Rehab«, constituye una prueba irrefutable. Tras la muerte de la infortunada cantante se ha desatado la fiebre por la compra de sus dos únicos discos.

II. TEDDY BAUTISTA, ¿POR QUÉ NO HAY INTERÉS POR SU MÚSICA TRAS SU DETENCIÓN?
Sin embargo, me llama la atención que la detención de Teddy Bautista no haya producido una «fiebre por la compra de sus discos». Supongo que porque muy pocos quieren darle dinero tras su imputación por delitos económicos y por su gestión al frente de la SGAE. Pero lo que a mi juicio resulta inexplicable y, diría más, injusto, es que este triste hecho de su detención no haya suscitado un mayor interés por su música, aunque si ha sido así, yo no lo he percibido.

Creo que Teddy Bautista es mejor cantante de soul que Amy Winehouse. Y no sólo eso, es sin duda un músico más completo. Es de justicia reconocer que Teddy Bautista, como músico con su grupo «Canarios», es uno de los hitos de la música «pop» (en sentido amplio) española.

III. 1970-1980: LA EDAD DE ORO DEL «POP-ROCK» ESPAÑOL
A mi juicio la edad de oro de la música «pop-rock» española es la que abarca de 1970 a 1980. Los últimos años del franquismo y los primeros de la transición ofrecieron la mejor música «moderna» que creo que nunca se haya hecho en España. En aquellos años hubo fundamentalmente tres puntos desde los que se desplegó una enorme creatividad: Barcelona, Sevilla y Madrid.
– En Barcelona surgieron «Máquina!» en 1969-1970, con «Why» (su alucinante, o alucinada, combinación de jazz-rock-sinfónico). Luego, a partir de 1975, la referencia absoluta fue el grupo «Iceberg» con su jazz-rock mediterráneo.
– En Sevilla la gran figura, creo que muy olvidada, es la de Gualberto Garcia, que inició el camino del jazz-rock-flamenco, senda que continuó «Triana» a partir de 1975 con influencias de Pink Floyd en ese prodigio de poesía que es «El Patio».
– Y queda Madrid. En Madrido hubo a mi juicios dos grandes grupos que sobresalieron sobre el resto y brillaron internacionalmente: «Barrabás» y «Canarios«. «Barrabás» consiguió realizar un funky-rock de primera calidad mundial. Y «Canarios» (no, como a veces se dice «Los Canarios», bajo el liderazgo de Teddy Bautista, consiguió un soul-rock magnífico.

IV. «CANARIOS», DEL «SOUL» HUMANO AL «SOUL» CIBERNÉTICO
Aunque Teddy Bautista y los primeros miembros de su grupo eran canarios (y de ahí el nombre del grupo), se trasladaron a Madrid que fue donde crearon su música.
«Canarios» saltó a la fama en 1967 con dos discos pequeños (sencillos o «singles» de dos canciones), con un rock melódico, fresco y bailable: los inolvidables «Peppermint Frappé» y «Get on your knees».
Pero pronto su música se decantó por el «soul». Lanzaron entonces su «LP» o disco grande (o de larga duración) «Libérate«, en 1970. Un disco donde casi toda la letra y música es de Bautista. Letras de hondura espiritual, cantadas con una voz, la de Bautista, verdaderamenbte prodigiosa y una música de increíble calidad caracterizada por la feliz combinación del sonido de los instrumentos electrónicos (guitarras y órganos electricos) y los de metal.
Tras «Libérate», Bautista y sus «Canarios» se adentraron en la senda de lo que podríamos llamar «soul» experimental, del que son testimonio algunos discos pequeños de 1971, como «Extra, extra» y «Reaction«, que creo imperativo recuperar.
Aquella experimentación terminó desembocando en el, para mí, uno de los discos más interesantes de la música rock de todos los tiempos (y no hablo sólo de la música española). Me refiero a «Ciclos«, de 1974.
Conviene recordar que por aquellos años eran varios los grupos de rock que, o bien interpretaban obras del repertorio de la música «clásica» o bien se inspiraban en las mismas. Era el caso de «Yes» con la música de «El pájaro de fuego» de Stravinsky, de «Emerson, Lake & Palmer» con los «Cuadros para una exposición» de Mussorgsky, y otros. En ese contexto, Bautista recrea «Las cuatro estaciones» de Vivaldi. Y digo bien, se apoya en la música de Vivaldi para recrearla y expresar, no el ciclo de la naturaleza como hizo el veneciano, sino el ciclo de la vida del hombre. Una obra en la que, podríamos decir, se pone la música de Vivaldi al servicio de la idea de Stankey Kubrik en su «2001, una odisea del espacio». Para mí, sin duda ninguna, «Ciclos» es una obra cumbre del rock sinfónico mundial. Esta línea de música conceptual en España sólo tuvo una cierta continuación en la espléndida música de los cántabros «Bloque».

V. QUE LA ACCIÓN DEL GESTOR DE LA SGAE NO NOS HAGA OLVIDAR AL MÚSICO
He querido transmitir que, sea cual sea el resultado de las investigaciones penales sobre la gestión de Teddy Bautista en la SGAE, y sea cual sea el juicio que nos merezca su trabajo como gestor de esa sociedad (es indudable que negativo para la mayoría de la población), es de justicia recordar lo mucho y muy bueno que ha aportado Teddy Bautista a la historia de la música.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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