El Gobierno aprueba hoy la relajación de la senda de déficit a la espera del visto bueno de Bruselas

El Consejo de Ministros prevé aprobar este viernes el Programa de Estabilidad 2016-2019, en el que se incluye una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento para este periodo y una propuesta para relajar la senda de déficit público, tras la desviación del saldo negativo de las cuentas públicas del 4,2% del PIB previsto inicialmente para 2015 al 5%.

Además, el programa irá acompañado del habitual Plan Nacional de Reformas, que en este caso será un repaso de las medidas de ajuste puestas en marcha hasta la fecha ya que, más allá de la aplicación de la regla de gasto para las comunidades autónomas y el acuerdo de no disponibilidad de créditos del Estado, el Gobierno no tiene más margen de maniobra legislativa al estar en funciones.

Toda esta información será remitida a Bruselas, que la evaluará una vez publique sus previsiones macroeconómicas de primavera en los primeros días de mayo. Además, está por ver si la Comisión Europea impone finalmente una sanción a España por la desviación del déficit en 2015.

Los datos más destacados son los que se refieren a los nuevos objetivos de déficit. Tras la desviación registrada en 2015, de hasta 8.000 millones de euros frente al escenario previsto, el Gobierno ha decidido proponer a la Comisión Europea una senda más realista.

Así, ha elevado el objetivo de déficit de este año del 2,8% al 3,6% del PIB. Estas ocho décimas de diferencia se repartirán entre las comunidades autónomas y la Seguridad Social.

Las primeras verán incrementado su objetivo desde el 0,3% del PIB al 0,7%, al que tendrán que ceñirse desde el 1,66% del cierre de 2015. Por su parte, la Seguridad Social tendrá que reducir su déficit del 1,3% al 1,1%, en lugar de al 0,3%, como estaba previsto.

En este último caso se trata de ocho décimas de margen respecto al objetivo inicial. No obstante, el Estado se echará a la espalda cuatro de esas décimas, al rebajar su objetivo del 2,2% al 1,8%. En la práctica, el esfuerzo que tendrá que hacer este año será de un punto del PIB, desde el 2,8% con el que cerró el pasado ejercicio.

Por su parte, los ayuntamientos volverán a contar con un objetivo de equilibrio presupuestario, aunque es de esperar que vuelvan a incurrir en superávit.

Así pues, el Gobierno en funciones ha pospuesto hasta el próximo año la reducción de déficit público por debajo del 3% del PIB, lo que implicará la salida de España del protocolo de déficit excesivo de la UE, en 2017. Concretamente, la previsión para el próximo año es que el saldo negativo de las cuentas públicas retroceda hasta el 2,9% del PIB.

En cuanto al objetivo de 2018, aún no se conoce, pero el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, avanzó ayer en un desayuno informativo organizado por Europa Press que el saldo negativo podría acabar 2019 en el 1,5% del PIB.

LAS PREVISIONES ECONOMICAS SE MODERAN.

El Ejecutivo en funciones fía parte del ajuste del déficit al efecto de la recuperación económica, aunque las previsiones macroeconómicas que maneja el Gobierno se han revisado a la baja por el contagio de la ralentización de la economía a nivel internacional.

La previsión de crecimiento del PIB para este año cae desde el 3% al 2,7%, y del 2,9% al 2,4% en 2017. Para los años 2018 y 2019, el Ejecutivo baraja tasas de crecimiento de alrededor del 2,5%.

Por otro lado, el Ejecutivo prevé que la tasa de paro se sitúe en el 19,9% este año y en el 17,9% en 2017. El Programa de Estabilidad contempla la creación de 470.000 empleos anuales en los próximos cuatro años en términos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

En cuanto a la deuda, el Programa de Estabilidad que España va a enviar a Bruselas contempla una reducción de una décima para este año, hasta situarse en el 99,1% del PIB. En 2017, bajará otra décima y alcanzará el 99% del PIB.

¿COMO SE PREVE REDUCIR EL DEFICIT AL 3,6%?

Al margen del impacto positivo de la recuperación económica, y ante el escaso margen de maniobra del Gobierno en funciones, el Programa de Estabilidad 2016-2019 incluirá la aplicación de medidas presupuestarias ya avanzadas con las que encauzar el déficit público.

Por un lado, un acuerdo de no disponibilidad de crédito en el Estado que ahorrará unos 2.000 millones de euros y, por otro, la aplicación de la regla de gasto en el marco de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que estas medidas deberían llevar a reducir el déficit en 4.000 millones de euros (a sumar a la corrección procíclica), aunque avisa que el objetivo en el caso de las comunidades autónomas quizá habría que llevarlo al 0,6% del PIB.

Por último, los ayuntamientos están molestos con el Ministerio de Hacienda puesto que no les permite gastar parte de su superávit, de unos 5.000 millones de euros en 2015 (0,44% del PIB) en la prestación de servicios públicos y políticas sociales. Por ello, han amenazado con que el superávit en 2016 podría ser menor, un saldo con el que Hacienda cuenta para compensar posibles desviaciones en otras administraciones.

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