Los sindicatos de pilotos español y británico inician conversaciones de colaboración

Los sindicatos español y británico de pilotos han iniciado conversaciones de colaboración a lo largo de esta semana en Londres, con el objetivo de estrechar los lazos entre ambas entidades y de afrontar juntos los nuevos retos de una aviación cada vez más global.

Estas conversaciones de alto nivel entre Balpa (British Airline Pilots’ Association, que representa a más de 9.000 pilotos de 25 aerolíneas) y Sepla (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas, que representa a más de 5.000 pilotos de 27 aerolíneas) comenzaron en Madrid el pasado mes de septiembre y se desarrollan en un panorama de operaciones transnacionales al alza y un marco regulatorio cambiante en este sector, informó Sepla.

Ya han tenido lugar negociaciones entre pilotos de British Airways y de Iberia, con lo que se han acordado protocolos para afrontar la expansión de la nueva compañía fusionada. Además, los pilotos de EasyJet ya han alcanzado un acuerdo a nivel europeo.

No obstante, las negociaciones de colaboración entre Sepla y Balpa tienen como objeto encontrar la forma para que ambos sindicatos puedan trabajar juntos.

Las dos organizaciones reconocen que la existencia de muchas asociaciones nacionales de pilotos repartidas por toda Europa no son la mejor forma de proteger y promover los intereses de la profesión, así como de salvaguardar los intereses de los pasajeros.

De este modo, ambas asociaciones de pilotos han concluido que, mientras que las aerolíneas se han desarrollado a través de fusiones trasnacionales, la forma de organizarse de los pilotos continúa siendo a nivel nacional, lo que ralentiza la forma de responder a los cambios naturales que está sufriendo la aviación hoy en día.

Por ello, abogan por el desarrollo de políticas comunes en materias como los estándares de formación de los pilotos, el soporte legal recíproco, los salarios y las sinergias para reducir costes.

Por otro lado, Sepla y Balpa están aunando fuerzas para afrontar cualquier amenaza a la profesión, como son el empleo temporal o la externalización de los puestos de trabajo a compañías subsidiarias, que podrían afectar a la seguridad aérea.

Las asociaciones están también preocupadas porque consideran que los pilotos jóvenes están siendo explotados, «no sólo por tener que pagar 80.000 libras para conseguir la licencia, sino además porque luego tienen que pagar 30.000 más a una aerolínea por el ‘privilegio’ de co-pilotar sus aeronaves».

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