La Finca Hualdo recupera en Toledo el melón mochuelo, una variedad en vías de extinción

De color verde-amarillento, piel lisa y fina y forma redondeada es el melón de la variedad mochuelo que ahora con su recuperación se incorpora así a la propuesta de esta huerta, Finca Hualdo, que entrega a domicilio diario a clientes de toda España, productos frescos y ecológicos, recién cortados, libres de residuos y directamente desde la planta. Un servicio para que particulares, grupos de consumo y restaurantes puedan disfrutar de frutas y verduras, que llevan más de cien años cultivándose en la zona o que se han sumado a la producción local como resultado de la innovación y la tecnología. Productos de calidad excelente, saludables y sostenibles, procedentes de la Finca Hualdo donde se elaboran tanto los reputados AOVE Casas de Hualdo como los quesos artesanos Quesos de Hualdo.

La Huerta de Hualdo, inspirada en la rica historia hortofrutícola de la comarca y con el fin de recuperar algunos de los mejores productos de su tradición agrícola, reintroduce el melón de la variedad mochuelo en la zona de Toledo. Una variedad única, conocida por sus excelentes cualidades organolépticas y su textura suave al paladar. De color verde-amarillento, piel lisa y fina, pequeño tamaño (de 1 a 3 kg), y forma redondeada, el mochuelo es uno de los melones más valorados por los agricultores, ya que, en su interior, de carne color amarillento extremadamente dulce y jugosa, encierra una explosión de sabor sin igual. Un melón que hasta hace unos años era muy habitual encontrar en la comarca toledana en la que se halla la huerta, pero cuya producción había caído en desuso con el transcurso del tiempo. Mucho ha tenido que ver en ello los especiales cuidados que requiere su cultivo como su menor productividad y la dificultad de su transporte debido a su fina piel, a diferencia de lo que ocurre con otras variedades.

Así, esta fruta necesita de manos expertas y se ha de recolectar en su punto idóneo. Su fina piel conlleva una manipulación cuidadosa (cualquier golpe o fisura supondría la pérdida del fruto). El producto ha de llegar cuanto antes al mercado para su disfrute óptimo. Tampoco su conservación y transporte resulta sencillo en virtud de su especial morfología. En palabras de Sergio Barrios, responsable técnico de La Huerta de Hualdo “Recuperar el melón mochuelo ha sido para nosotros un desafío. Y es que su cultivo no es fácil. Se siembra de finales de abril a primeros de mayo y su recolección se inicia en agosto. Algo tardío en comparación con otras variedades, en ésta además es muy importante cortarlo en su punto justo de madurez, que es casi un arte. Si se corta verde no evoluciona, es decir, se queda verde y no madura. No obstante, este esfuerzo ha valido la pena porque se trata de una variedad excepcional, toda una joya de sabor y aromas”.

No existe conocimiento demostrado del origen de la semilla de esta variedad de melón que hace un siglo se cultivaba y en gran cantidad, en Guadalajara, Toledo y Madrid (Villaconejos). Sin embargo, a diferencia de entonces, hoy día se producen tan solo unos pocos, la mayoría de los cuales, destinados al consumo propio, y sólo en algunas ocasiones es posible encontrarlos en mercados a pequeña escala y sin intermediarios. Todo un lujo reservado para unos pocos.

Con la puesta en producción de este melón tan especial la Huerta de Hualdo pretende redescubrir y recuperar algunos de los mejores productos de la tradición agrícola de la zona que han sido descartadas en el mercado. Es el caso también del melocotón de la Puebla de Montalbán o del tomate moruno, ambos de innegable calidad sensorial. Frutas como los higos o los melocotones, junto a albaricoques ciruelos, granados, melones y sandías, y verduras como tomates, berenjenas, alcachofas o espárragos, entre otros, se cultivan desde hace más de 100 años en las proximidades del río Tajo. Un suelo muy fértil de vega negra, -recibe este nombre de la tierra- que resulta muy adecuado para el desarrollo de este tipo de cultivos y que está rodeado de una flora formada por retamas, tomillo y cantueso, entre otras especies.

Del campo a la mesa en un día y además eco. Una propuesta irresistible de La Huerta de Hualdo que, tras casi tres años de intenso trabajo, lleva a casa o a restaurantes las mejores frutas y verduras de temporada ecológicas certificadas. La Huerta de Hualdo es el último proyecto enmarcado dentro de la explotación agroalimentaria de la Finca Hualdo, situada en un enclave natural privilegiado, repleto de biodiversidad, en la provincia de Toledo. En ella tienen también su origen tesoros gastronómicos como los AOVEs Casas de Hualdo, reconocidos entre los mejores del mundo, o los Quesos de Hualdo, elaborados artesanalmente a partir de leche cruda de su propio rebaño de ovejas. Entre ellos se encuentra el “Pi Corteza Enmohecida”, distinguido recientemente como ganador en su categoría en el XIV Campeonato de Quesos de España.

En las parcelas de La Huerta de Hualdo se cultiva una amplia variedad de verduras y frutas, tanto de hueso como de pepita, además de plantas aromáticas.  Todos ellos productos frescos ecológicos certificados, destinados a consumidores particulares y de la restauración de toda España, que buscan alimentos de un sabor excepcional, saludables y producidos de forma sostenible. Son verduras y frutas que se recogen y se entregan directamente al cliente en su domicilio cada día, eligiendo cuidadosamente aquellas que se encuentran en su punto óptimo, de frescura y plenitud de sabor. Y, lo que es más importante, que conserven sus propiedades organolépticas, así como todo el potencial nutritivo. Todo un lujo. Los pedidos pueden hacerse a través de su página web. El huerto trabaja con lo mejor de la cosecha de temporada de frutas y verduras. En cada estación lo que toca. Solo el invernadero de 1500 m² de superficie, ubicado junto a los cultivos en exterior, sirve de ayuda para aumentar el ciclo productivo de las hortícolas, dado que el clima de la zona es muy frío en invierno.

La Finca Hualdo cuenta con más de 4000 hectáreas situadas en un enclave natural privilegiado a orillas del río Tajo. Alberga en ella un variado mosaico de cultivos, el olivar y abundantes pastos en los que se cría, desde hace casi dos décadas, el rebaño de casi 2000 ovejas de raza manchega. Estas dan lugar a una leche, caracterizada por su calidad bacteriológica, rica en compuestos bioactivos, con una óptima proporción proteína-grasa. En esta explotación agrícola también se localizan: la almazara, dónde se producen su gama de aceites virgen extra presentes hoy día en cerca de 40 países, su quesería artesana contemporánea y la huerta dedicada a la producción ecológica hortofrutícola. Una finca, comprometida con el medio ambiente y el desarrollo rural, que conjuga tradición e innovación con el objetivo de ofrecer alimentos de excelente calidad, saludables y sostenibles.