Eduardo López, el padre de la ganadora de Operación Triunfo, ha fallecido este martes tras una larga enfermedad y será enterrado mañana miércoles. El padre de la cantante granadina siempre estuvo muy unido a su hija. De hecho, abandonó su profesión de vigilante para volcarse en la carrera de Rosa, junto a la que ha vivido muchas experiencias, y quien siempre confió en su triunfo. Juntos recorrieron Granada de arriba abajo, y Rosa cantaba con un pianillo y un par de altavoces. «Íbamos a las fiestas, bautizos y bodas y pedíamos, por favor, que dejaran cantar a la niña. Y así se iba dando a conocer. Unas veces cantaba de balde, «las más», y otras por mil duros o lo que fuera.Y así hasta que cumplió los catorce».
Eduardo López confiaba en el talento y la buena estrella de su hija: «Yo ya dejé entonces mi trabajo, compré una furgoneta y nos dedicamos a hacer hoteles ya de una forma más profesional. Pero siempre muy modestamente. Eso sí, en todos los lugares, cuando escuchaban a la niña, siempre repetía. Siempre se hacía un silencio cuando empezaba a cantar… tiene un don que Dios le ha dado».
