7.-Traer la ropa interior más inadecuada
La lista, facilitada por ‘Boom’, y desde el punto femenino, empieza por arriba, y tiene que ver con la ropa interior. ¡Sexo sorpresa! , y de pronto….¡ups! hay una manchita blanca de flujo vagina, o un olor rarito. Sí, da mucha pena pero lo mejor es hacerte la que no vio nada y esperemos que él también se haga el ciego.
6.-Las arcadas involuntarias
Todo va bien, él te pide sexo oral y tú estás bien con eso, es más, te gusta darlo. La situación va mejor que nunca y de pronto…..la arcada, esa que te desfigura la jeta y en la que estás a nada de vomitar. Diferentes personas reaccionamos a olores, a sabores o bien porque era demasiado lo que había dentro de la boca. Las arcadas involuntarias es lo que más pena te dan porque tu compañero pensará que te da asco, pero nada de eso. No para tanto.
3.-Cuando hay una mascota mirando
Es incómodo, punto. No importa que esté ahí sentado sin hacer nada, el perro, o ese gato no te quita la vista de encima. Sabe perfectamente bien lo que está pasando y es totalmente incómodo que un San Bernardo esté parado a un lado de la cama. O que el gato esté arriba del buró siendo testigo de todo.