La escena en la escuela católica Annunciation de Minneapolis se tornó aterradora.
Un facineroso armado abrió fuego durante una misa escolar, matando a dos niños de ocho y diez años e hiriendo a diecisiete personas, la mayoría menores.
El asesino, Robin Westman, de 23 años, atolondrado, diabólico y con reivindicaciones identitarias transgénero, bloqueó las puertas para dificultar la huida y disparó a través de las ventanas, generando un pánico indescriptible entre los chavales.
El ataque se produjo durante la primera semana de clases, en un contexto de celebración y recogimiento.
Las primeras horas posteriores al crimen estuvieron marcadas por el desconcierto.
Padres desesperados buscaban a sus hijos, mientras la policía confirmaba la ausencia de antecedentes del tirador y su suicidio tras el ataque. No tardaron en surgir interpretaciones políticas y sociales sobre el móvil y las implicancias de este acto violento.
El surgimiento del concepto ‘transterrorismo’
La derecha estadounidense aprovechó rápidamente el vacío informativo para impulsar el término ‘transterrorismo’, vinculando el ataque al debate sobre identidad de género y seguridad.
Este neologismo no tiene reconocimiento oficial ni base jurídica, pero se ha popularizado en redes sociales y ciertos medios como etiqueta para crímenes cometidos por personas transgénero o vinculados, según su narrativa, a reivindicaciones identitarias.
El concepto genera polémica por su alto potencial social y semántico. Diversos colectivos denuncian su uso como estrategia para estigmatizar a minorías y desviar la atención de problemas estructurales como la proliferación de armas o el abandono de la salud mental.
La semántica del término recuerda viejas tácticas de construcción del enemigo ideológico: se busca deshumanizar y justificar restricciones legales o sociales bajo una supuesta amenaza cultural.
Quién era Robin Westman y qué motivó el crimen
Robin Westman, joven graduado de la propia escuela en 2017, no tenía antecedentes penales ni signos previos de violencia pública. Sin embargo, horas antes del ataque publicó un manifiesto en YouTube mostrando su arsenal y advirtiendo sobre un posible asalto durante una misa. En sus videos previos mezclaba insultos antisemitas con mensajes contra figuras políticas como Donald Trump y referencias a otros crímenes similares.
El jefe de policía confirmó que Westman utilizó tres armas diferentes y que había planeado bloquear las salidas para maximizar el daño. Aunque aún no existe un motivo claro oficialmente atribuido al crimen, los mensajes publicados sugieren una mezcla de odio ideológico y pulsiones personales difíciles de separar.
Perfil del personaje
- Edad: 22 años.
- Educación: Graduado en 2017 en la escuela atacada.
- Presencia digital: Vídeos con arsenal y manifiestos políticos.
- Sin antecedentes penales ni historial violento conocido hasta el día del ataque.
Anécdotas y curiosidades
- Advertencia previa: Publicó un video amenazando con atacar una misa unas horas antes.
- Armas utilizadas: Rifle, pistola y revólver; todos mostrados previamente en redes sociales.
- Referencias ideológicas: Mensajes contra Donald Trump y alusiones a otros tiradores.
- Bloqueo físico: Usó tablones para obstruir puertas e impedir escapes.
Implicaciones sociales y políticas
La reacción política no se hizo esperar. La administración Trump ordenó colocar banderas a media asta hasta final de mes, mientras los líderes demócratas pidieron abordar urgentemente la crisis armamentística. Sin embargo, gran parte del debate público giró hacia la polémica semántica del ‘transterrorismo’, con sectores conservadores reclamando endurecimiento legal específico para lo que consideran “terrorismo identitario”.
Este enfoque ha sido duramente criticado por organizaciones pro derechos humanos y expertos sociales, quienes alertan sobre los riesgos de etiquetar colectivamente a minorías como amenaza. Recuerdan precedentes históricos donde discursos similares sirvieron para justificar medidas represivas contrarias a derechos fundamentales.
El debate semántico: ¿qué significa realmente ‘transterrorismo’?
- No es una categoría legal ni reconocida por organismos oficiales.
- Se utiliza principalmente como arma política para vincular delitos violentos con reivindicaciones identitarias transgénero.
- Genera confusión y contribuye a la polarización social.
- Diversos colectivos rechazan su uso por considerarlo estigmatizante.
Tabla comparativa: Posturas ante el ‘transterrorismo’
| Postura | Argumentos principales |
|---|---|
| Conservadora | Vincula ataques violentos a reivindicaciones trans; pide mano dura |
| Pro-derechos humanos | Rechaza el término; denuncia estigmatización y uso político |
| Académica/neutral | Señala falta de base legal y confusión semántica |
La comunidad local organiza vigilias por las víctimas mientras padres exigen explicaciones sobre las medidas de seguridad escolar. Líderes religiosos piden unidad frente al dolor y rechazan el uso político del sufrimiento. La polémica sobre el término ‘transterrorismo’ divide aún más una sociedad ya polarizada por cuestiones culturales e ideológicas.
El ataque deja heridas abiertas no solo por su impacto directo sino por cómo se instrumentaliza mediática y políticamente.
A día de hoy, 28 de agosto de 2025, Minneapolis sigue buscando respuestas ante una tragedia que ha transformado tanto los discursos públicos como las sensibilidades privadas.
El futuro inmediato traerá más debates sobre seguridad escolar, control armamentístico y derechos civiles. Pero lo que queda claro es que ninguna etiqueta puede explicar por completo el horror vivido ni ofrecer consuelo suficiente para quienes han perdido tanto en tan poco tiempo.
