Con un rebuscado guion, donde una pandilla de locos entusiastas intenta conseguir que volvamos a ver y a convivir con los `Amigos imaginarios´ de nuestra niñez, esta película se pierde en su propia trama desordenada y arrítmica, logrando un largo fantasiosamente aburrido.

Una pena porque tiene todos los elementos para ser un film atractivo, al menos para los niños, pero ni las simpáticas criaturas ni las actuaciones capitaneadas por el polifacético Ryan Reynolds, consiguen hacer que sea interesante.
1½ ★½