Perfect Days
No entiendo cómo se puede decir tanto sin decir nada. La maestría del director alemán Win Wenders con el tempo y la espera es sencillamente sublime. Es un poema escurridizo, un canto al trabajo, a la felicidad del día a día, a valorar cada amanecer, cada libro, a ver el sol entre los árboles y a sentir cómo crecen cada mañana las hojas