Este film es sencillamente una obra maestra técnica de Robert Zemeckis, que envuelve una larga historia de una casa, de un terreno y de decenas de personajes que van pasado por allí de una manera magistral.
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El montaje, original y muy elaborado, va a ser para siempre un ejemplo de perfección, concatenando unas secuencias con otras con una elegancia de maestro y a la vez con un estilo vanguardista que te deja pegado a la butaca.
Todo el reparto cumple notablemente su papel, pero la actuación de Tom Hanks y Robin Wright es sobresaliente.
Solo se pierde a veces en secuencias que sobran en vez de centrarse en la trama principal, en el inescrutable paso del tiempo. A veces menos es más.
Realmente aconsejable para todos los públicos.
4½ ★★★★½