Intentar entender a Dalí es más que complicado, y Quentin Dupieux lo intenta en un film abstacto y surrealista que más parece una práctica de una escuela de cine que una película.

Son 79 minutos que no me parecieron precisamente brillantes, aunque sí originales y con unas escenas de Dalí creativas y a veces simpáticas, pero poco más.
El genio de Dalí merece muchísimo más.
2 **