Me fascina la cámara de cine porque siento un ‘coqueteo' con ella
Nominada a los Goya este año por su papel en Musarañas. Conocida por sus papeles duros de asesina en serie, prostituta, mujer pulpo, yonqui, punk de la movida. Ha trabajado con grandes figuras como Carmen Maura, Victoria Abril. Amante del riesgo y de la historia, luchadora infatigable, defensora a ultranza de los diseñadores españoles. Comparte con B GLAM su trayectoria en el mundo del cine y los cortometrajes, de los retos y riesgos que hacen de su vida una bocanada de aire fresco y optimismo
– ¿Qué es lo primero que pensaste con la nominación a los Goya por tu papel en Musarañas?
– Evidentemente me alegré mucho, pero tanto el equipo como yo estábamos sorprendidos, porque, aunque deseábamos la nominación, dudábamos de que los académicos nos tuvieran en cuenta por varias razones: porque la votación se cerró a los pocos días de estrenarse la película -con lo cuál ésta aún no había tenido la suficiente repercusión. y porque, aunque yo haga un personaje dramático, la cinta se enmarca en el género de terror. Género que no suele ser muy bien recibido a la hora de premiar. Igual de sorprendida quedé yo con tantas nominaciones a actores de comedia ya que, tristemente, casi nunca se nos valora. Parece ser que este año se han roto muchos tópicos.
– Trabajaste en Las brujas de Zugarramundi, junto a Carmen Maura. ¿Qué tienen aquellos actores-actrices de antaño? ¿Son diferentes?
– Son actores veteranos, que, a diferencia de las nuevas generaciones, han acumulado ya tanta experiencia y que están muy dispuestos a transmitir todos sus conocimientos. He trabajado con grandes actores de la generación de Carmen Maura: Verónica Forqué, Victoria Abril, Ángela Molina, Juan Diego, Petra Martínez, etc…, y todos tienen en común su generosidad. Quieren que los jóvenes aprendamos de ellos. Son los actores con los que mas me gusta trabajar: me imponen, pero me hacen sentir muy cómoda y segura.
Interpretación magistral en Musarañas.
– Tus principales papeles son bastante heavies: asesina en serie, prostituta, mujer pulpo, yonqui, punk de la movida. ¿Eres mujer de armas tomar?
– ¡Eso habría que preguntárselo a la gente que me rodea!. Pero sí, tengo bastante carácter y nunca me dejo amedrentar ni manipular.
– ¿Eres capaz de dormir bien con tanto ajetreo de papeles duros?
– Mientras más duro es el papel más agotamiento físico y psicológico supone, por lo tanto mejor duermo.
– ¿Y cómo hacer para olvidar tus papeles en el cajón y no convertirte en una asesina en serie…?
– (Risas) Eso sería rozar la esquizofrenia. En cuanto el despertador suena por la mañana ,ya empiezo a concentrarme en mi personaje y a ponerme en situación. Este proceso acaba al final del día al oír la palabra «corten». Rara vez me he llevado el papel a casa. En el caso de Montse, mi personaje en Musarañas, me costó desprenderme de él porque requería mucha implicación emocional por mi parte. Pero normalmente suelo dejar el personaje en el plató.
– Hacer de mala el lo mejor que te puede pasar, has dicho en alguna ocasión. ¿Y eso? ¿Y en la vida real?
– Precisamente por eso, porque en la vida real somos buenos, o al menos lo intentamos, y hacemos aquello que es social y políticamente correcto. Una vez oí decir a Carmen Maura, y yo opino exactamente igual, que «disfrutaba haciendo de mala y asesina ya que en su vida cotidiana no podría serlo, porque si no, evidentemente, iría a la cárcel». Como actriz me gusta interpretar aquellos papeles que difieren mucho de mi realidad y de mis experiencias vitales.
Ha interpretado el papel de asesina en serie en Sexykiller, morirás por ella.
– ¿Dicen de ti que tienes una química especial con la cámara? ¿Con quién y qué cosas te gustaría tener esa química? ¿Darías el salto a Hollywood?
Me fascina la cámara de cine porque siento un ‘coqueteo’ con ella. Al rodar noto que el objetivo de la cámara trata de «seducirme «y yo a él. Hay actores y directores con los que a lo largo de mi carrera también he sentido esa química, esa sensación de que con sólo mirar a tu compañero de reparto a los ojos y escuchar sus silencios y respiraciones la escena fluía sin necesidad de hablar.
– Mas de 20 películas y otros tantos cortometrajes. ¿Trabajo no falta? Pero, seguro que no te sobra el dinero como piensan muchos, ¿no?
– El trabajo no me falta porque no espero a que llamen a mi puerta, yo también me lo busco. Rara vez digo que no a algo, porque con cada nuevo trabajo, independientemente de la importancia o repercusión que tenga, aprendo cosas nuevas como actriz, y, sobre todo, conozco gente que me aporta mucho en mi vida personal.
– Has comentado alguna vez que eres muy feliz desde que naciste. ¿Cómo contagiar ese optimismo en tiempos de crisis, difíciles…?
– El optimismo es la mejor herramienta para superar la crisis. En estos tiempos hay que visualizar que las cosas se van a solucionar. Es cierto que hay menos presupuesto para rodar películas, pero en estos último años de crisis, a la vista está, la industria cinematográfica de nuestro país ha ganado en talento y en originalidad. Nos hemos vuelto más creativos, más valientes; hay menos temor a arriesgar y a equivocarse.
«Como actriz me gusta interpretar aquellos papeles que difieren mucho de mi realidad».
– Te gustan los retos y los riesgos, ¿No le tienes miedo a nada?– Cualquier persona que diga que no tiene miedo a nada está engañando. Los seres humanos temen lo incontrolable. Abrir un paracaídas depende de mi mano; lo puedo controlar. Pero la soledad, el vacío, la muerte son incontrolables. Por lo tanto nuestros temores van más en esa dirección.
– ¿Por qué te ha picado la curiosidad, y el estudio, por la Historia?
– La historia era la asignatura que más me gustaba cuando iba al colegio. De no haber sido actriz, hubiera estudiado historia para luego especializarme en arqueología, y más concretamente, en arqueología submarina. Pero volviendo a la historia, es muy importante conocer nuestro pasado histórico para entender nuestro presente. Yo soy una gran viajera y necesito entender sobre los pueblos o culturas que dominaban los lugares que visito. Teniendo esos conocimientos, me transporto a otra época, me construyo mis propios personajes, y, en definitiva, mi propia «película». Además, para un actor que a veces ha de hacer películas de época es fundamental conocer el pasado histórico.
– Llevas partiéndote el lomo durante varias décadas. La suerte parece que no está de tu lado. ¿Qué piensas de las carreras fulgurantes de actrices como tu homónima Macarena García de la Camacha a la que parece todo le sonríe?
– ¿Cómo que la suerte no está de mi lado? Discrepo radicalmente. Yo soy una gran afortunada porque desde que decidí ser actriz hasta el día de hoy no he parado de trabajar. He tenido años más fructíferos que otros, pero no he dejado de hacer lo que mas me apasiona: actuar. Adoro a Macarena, es una gran actriz y espero que le siga yendo igual de bien.
Le encantan los diseñadores españoles y siempre apostará por ellos.
– ¿Se ha perdido la cultura del esfuerzo y de luchar por los ideales en la sociedad actual?
– Lo que llevo años percibiendo, y me refiero a mi ámbito profesional, que es el que más conozco, es que la gente tiende por un lado a acomodarse y a dejar de luchar por su sueño porque tiene miedo a recibir un «no» por respuesta. Y por otro lado hay tendencia a no participar en trabajos no remunerados. Mi teoría es: «el trabajo , sea o no remunerado, sea o no con un director consagrado, llama al trabajo».
– Fiel a Lorenzo Caprile. ¿Qué nivel tienen los diseñadores españoles? ¿Nos queremos poco?
– A mí me encantan los diseñadores españoles y siempre apostaré por ellos. ¡Tenemos que apoyar nuestro patrimonio cultural en todas sus manifestaciones!. Caprile y muchos otros diseñadores. Véase el éxito de Josep Font entre las estrellas de Hollywood. Ellos han sabido demostrar fuera de nuestras fronteras que en España se hace buena moda.
Quizá en este país nos valoramos poco y no somos conscientes del talento que tenemos, y no me refiero solo a nivel moda sino a nivel cinematográfico. Por fin este año el público ha sabido valorar que hacemos buen cine y la buena recaudación en las salas lo ha demostrado. ¡Ojalá la tendencia siga así!