Así calificaron algunos de los casi 200 pasajeros de un vuelo de la aerolínea anglo-alemana Tui que el pasado 25 de agosto hizo el trayecto desde la isla griega Zante hasta la capital galesa, Cardiff, lo que sucedió cuando, tras aterrizar, debieron ponerse en cuarentena ante la posibilidad de haberse contagiado de coronavirus.
Una pasajera dijo que el vuelo estaba lleno de «covidiotas». Otros afirmaron que «no había mucha» vigilancia por parte de la tripulación sobre las reglas de distanciamiento social para prevenir la covid-19 y que mucha gente no usó correctamente las mascarillas.
Al final, 16 pasajeros dieron positivo en la prueba del coronavirus, por lo que todos los que iban a bordo -193 viajeros más tripulantes- tuvieron que someterse a una cuarentena obligatoria de dos semanas nada más llegar a Reino Unido.
Casi 200 pasajeros de un vuelo desde la isla griega de Zante a la capital galesa se les ha ordenado que se aíslen.
La aerolínea dijo que la seguridad era una de sus prioridades. «Nuestra tripulación está capacitada con los más altos estándares», aseguró.
«Se está llevando a cabo una investigación completa (de lo sucedido), ya que estos reclamos no fueron hechos durante el vuelo» ni los días inmediatamente posteriores, añadió.
Los «cementerios» a los que van a parar los aviones sin usar por la pandemia de coronavirus
Las autoridades de salud dijeron que creen que siete personas de tres secciones diferentes de la aeronave fueron potencialmente infecciosas durante el vuelo.
Giri Shankar, del Departamento de Salud Pública de Gales, le dijo a la BBC que las personas que regresan de Zante en particular están «contrayendo la infección».
Grecia y sus islas están exentas de la cuarentena obligatoria impuesta por el gobierno de Londres para los viajeros de otros destinos que lleguen a Reino Unidos, aunque el pasado 29 de agosto las autoridades británicas actualizaron sus directrices sobre Zante ante el aumento de los casos de coronavirus en esa isla.
Stephanie Whitfield dijo que ella y su esposo habían decidido de manera unilateral aislarse antes de enterarse de los casos positivos.
«Este vuelo fue una debacle. El hombre que estaba a mi lado tenía su máscara alrededor del cuello. No solo la aerolínea no le llamó la atención, sino que le dieron una bebida gratis cuando dijo que conocía a un miembro de la tripulación», dijo Whitfield.
«Tan pronto aterrizó el vuelo, muchas de personas se quitaron las mascarillas inmediatamente. El vuelo estaba lleno de ‘covidiotas’ egoístas y una tripulación inepta a la que no le importaba lo que sucedía», añadió.
