Un viaje al alma de la historia del Perú

Enigmas y misterios de la tumba de Francisco Pizarro en Lima

Durante la Feria Internacional de Turismo, Perú Travel Mart 2024, Periodista Digital visitó en Lima, con apoyo de PROLIMA, la tumba del conquistador español cuyos restos reposan en la Catedral de la ciudad

Enigmas y misterios de la tumba de Francisco Pizarro en Lima
Tumba de Pizarro en Lima Ileana Escudero

La estatua ecuestre de Francisco Pizarro, el otrora conquistador español y fundador de la capital peruana, ha vuelto a su lugar de privilegio en el corazón de Lima, tras 21 años de exilio en un parque alejado. Este hecho ha reavivado el interés y el debate sobre su figura, incluyendo la ubicación de su tumba y el significado de su legado para el Perú moderno.

La tumba de Pizarro se encuentra en la Catedral de Lima, en una capilla especialmente dedicada a albergar sus restos. Esta ubicación no es casual, pues cumple con su última voluntad, quien en su testamento expresó el deseo de ser enterrado en la catedral de la ciudad que fundó. Sin embargo, el camino de los restos de Pizarro hasta su descanso final ha sido largo y no exento de controversias.

Tumba de Francisco Pizarro. Catedral de Lima. Foto: Ileana Escudero

La historia de la tumba de Pizarro es casi tan fascinante como la vida del propio conquistador. Tras su asesinato en 1541, sus restos fueron enterrados inicialmente en la iglesia que él mismo había mandado construir. Con el paso de los años y las reconstrucciones de la catedral, los restos fueron trasladados en varias ocasiones.

En 1891, se creyó haber identificado la momia de Pizarro, que fue expuesta al público en una urna de cristal. Sin embargo, la verdadera ubicación de los restos del conquistador permaneció en el misterio hasta 1977, cuando unos trabajos de restauración en la catedral llevaron al descubrimiento de una caja de plomo que contenía un cráneo y huesos.

Equipo de «Travellers» con el fondo de la Catedral de Lima

Estudios forenses posteriores confirmaron que estos restos pertenecían a Pizarro, poniendo fin a siglos de especulación.

Hoy en día, los visitantes de la Catedral de Lima pueden observar la tumba de Pizarro en la Capilla del Conquistador. El mausoleo, de mármol blanco, contrasta con las paredes decoradas con azulejos que narran la historia de la conquista del Perú. Junto a la tumba, se exhiben paneles informativos que detallan los estudios realizados sobre los restos, incluyendo un análisis de las heridas que Pizarro sufrió en vida y las que le causaron la muerte.

La reciente reinstalación de la estatua de Pizarro en el centro histórico de Lima ha reavivado el debate sobre su figura. El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, justificó la medida como una forma de reivindicar el pasado prehispánico y español de la capital peruana.

La ceremonia de inauguración, que coincidió con el 490º aniversario de la fundación de Lima, contó con la presencia de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Este acto ha generado reacciones encontradas. Por un lado, sectores conservadores y autoridades españolas han celebrado la medida como un reconocimiento a la historia compartida entre España y Perú. Por otro lado, grupos proindígenas y sectores críticos con el legado colonial han calificado la reinstalación de la estatua como una «ofensa», argumentando que glorifica una figura controversial asociada con la violencia de la conquista.

La polémica en torno a Pizarro refleja la complejidad de la relación del Perú moderno con su pasado colonial. Para muchos peruanos, Pizarro representa el inicio de una historia de opresión y explotación. Para otros, es el fundador de la nación moderna y un símbolo de los lazos históricos con España. Esta dualidad se refleja en la forma en que se trata su memoria en Lima.

La tumba de Pizarro en la Catedral de Lima y la reinstalación de su estatua en el centro histórico ofrecen a los visitantes una oportunidad única para reflexionar sobre la historia del Perú y el impacto duradero de la conquista española.

Estos lugares se han convertido en puntos de interés turístico que atraen a viajeros de todo el mundo, interesados en explorar las complejidades de la historia latinoamericana.

Para aquellos que deseen visitar estos sitios históricos, es importante planificar con antelación. La Catedral de Lima está abierta al público, aunque es recomendable verificar los horarios de visita, ya que pueden variar según la temporada.

La nueva ubicación de la estatua de Pizarro, en el Pasaje Santa Rosa, muy cerca de la Plaza de Armas, es de libre acceso. Los visitantes pueden aprovechar para recorrer el centro histórico de Lima, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y explorar otros sitios de interés cercanos.

Catedral de Lima: fresco de Francisco Pizarro. Foto: Ileana Escudero

La tumba de Francisco Pizarro y los monumentos relacionados con su figura en Lima ofrecen una ventana fascinante a la compleja historia del Perú.

Más allá de las controversias, estos sitios invitan a reflexionar sobre el encuentro de dos mundos y el nacimiento de una nación mestiza.

Para el viajero curioso, una visita a estos lugares es una oportunidad única para sumergirse en las raíces históricas de América Latina y comprender mejor los debates que aún hoy dan forma a la identidad peruana.

Nuestro agradecimiento a Air Europa, Lima Sheraton Hotel, PROLIMA  e IATI Seguros, por cuidarnos.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

Lo más leído