EEUU y Europa negocian la paz sin España

España, excluida de la cumbre clave sobre Ucrania, a pesar del histérico postureo de Sánchez

El marido de Begoña se levanta de la tumbona en La Mareta y manda a Zelenski un mensaje tan ampuloso como hueco

Zelenski con Sánchez
Zelenski con Sánchez. PD

De poco le ha servido el postureo.

El marido de Begoña se levanta de la tumbona en La Mareta y manda a Zelenski un mensaje tan ampuloso como hueco.

Para pillar algún titular en la prensa adicta al régimen y en los telediarios de la ‘Brunete Pedrete‘ y poco más.

Este domingo, 10 de agosto de 2025, España ha amanecido fuera del núcleo duro donde se negocia el futuro de Europa y la paz en Ucrania.

Mientras JD Vance y David Lammy reunían a representantes de Alemania, Francia, Italia, Polonia, Finlandia y Ucrania en una histórica cita en Chevening House, ningún miembro del Gobierno español ocupó asiento en la mesa.

Este hecho llama la atención por la insistencia pública con la que Pedro Sánchez ha defendido la causa ucraniana en foros internacionales.

Sin embargo, esta vez ni su postura ni su cercanía con Volodímir Zelenski le han servido para obtener una invitación.

Un contexto geopolítico cada vez más excluyente

La exclusión española no es un episodio aislado. Marca una tendencia: los espacios donde se decide el futuro de Europa parecen cada vez más lejanos para el Ejecutivo de Sánchez. La reunión, organizada por el Reino Unido y Estados Unidos como antesala a la próxima cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin en Alaska, ha consolidado el liderazgo anglosajón y el eje franco-germano-italiano-polaco en las negociaciones sobre Ucrania. La ausencia de España evidencia su pérdida de peso político en los foros decisivos.

El malestar ha ido creciendo desde que Sánchez se enfrentó abiertamente a Washington por su negativa a aumentar el gasto militar al 5 % del PIB y por los contratos adjudicados a Huawei, que provocaron advertencias directas de EEUU sobre “poner en riesgo su seguridad nacional”. Estos desencuentros han enfriado las relaciones bilaterales y alejado a España del núcleo duro occidental.

¿Por qué no está España?

  • El Ministerio de Asuntos Exteriores español no ha dado explicaciones públicas sobre la exclusión ni tampoco sobre si intentó estar presente.
  • El distanciamiento con EEUU tras los roces por defensa y tecnología ha debilitado la posición española frente a sus aliados.
  • Pese al postureo mediático de Sánchez –con viajes frecuentes a Kiev y promesas de apoyo– España no logra transformar sus gestos en influencia real.

En paralelo, Zelenski ha intensificado sus contactos con los líderes europeos para evitar que cualquier acuerdo entre Trump y Putin implique ceder territorio ucraniano. El presidente estadounidense ha dejado caer públicamente que un “intercambio territorial” podría estar sobre la mesa. La reacción ucraniana ha sido rotunda: “Ucrania no cederá sus tierras al ocupante”, advirtió Zelenski, que reclama garantías para evitar ser sacrificado en aras de una paz rápida.

  • Los jefes de gobierno de Alemania, Francia, Italia, Polonia y Finlandia han respaldado a Kiev: “El camino hacia la paz en Ucrania no puede decidirse sin Ucrania”, subrayaron en un comunicado conjunto.
  • No obstante, ni Ucrania ni España han sido invitadas a participar directamente en la cumbre Alaska entre Trump y Putin.

Cumbre Trump-Putin: ¿la paz o el riesgo del sacrificio ucraniano?

La cita entre Trump y Putin prevista para el 15 de agosto en Alaska es vista por muchos analistas como el momento decisivo para intentar cerrar la guerra que comenzó hace más de tres años con la invasión rusa. Trump baraja sanciones económicas y aranceles secundarios contra Rusia si no hay avances hacia un alto el fuego.

Sin embargo, existe temor fundado entre los países del este europeo (y especialmente en Kiev) sobre un posible acuerdo que implique reconocer parte del control ruso sobre zonas ocupadas. Zelenski alerta: “Cualquier solución sin Ucrania es una solución muerta”, mientras en Bruselas crece el recelo ante las maniobras diplomáticas norteamericanas para incluir solo a quienes acepten aliviar las sanciones al Kremlin.

El postureo mediático frente a la influencia real

Durante los últimos meses, Pedro Sánchez ha intensificado sus gestos simbólicos pro-Ucrania. Sus visitas recurrentes a Kiev, las declaraciones altisonantes contra Moscú y las promesas de ayuda militar han llenado titulares nacionales. Sin embargo:

  • Las imágenes no se traducen en presencia efectiva donde se toman decisiones clave.
  • La falta de estrategia diplomática coordinada debilita su posición ante Washington, Londres o Berlín.
  • Los gestos han sido calificados por algunos analistas europeos como “postureo ridículo”, incapaz de revertir una marginación creciente en los espacios reales de negociación internacional.

La exclusión deja varias secuelas inmediatas:

  • España pierde capacidad para influir directamente en el diseño del futuro europeo.
  • Se evidencia su aislamiento frente al eje franco-germano-polaco-británico.
  • La imagen internacional del Gobierno queda tocada: mucho gesto público pero poco peso efectivo.

La situación actual revela un choque entre retórica política e influencia real. En momentos clave como este domingo, cuando los principales líderes occidentales definen estrategias para negociar con Moscú y Washington sobre Ucrania, España queda relegada al papel secundario.

Claves para entender lo que puede venir

  • El futuro inmediato pasa por lo que ocurra en Alaska entre Trump y Putin: cualquier acuerdo podría redefinir fronteras europeas si se consuma un “intercambio territorial”.
  • Zelenski seguirá presionando para que Kiev no quede fuera del proceso negociador.
  • El Gobierno español deberá replantear su política exterior si quiere recuperar espacios perdidos y no limitarse al “postureo” sin resultados.

Tabla: Países presentes y ausentes en la cumbre

PaísPresenteAusente
Alemania
Francia
Italia
Polonia
Finlandia
Reino Unido
EEUU
Ucrania(✔)(*)
España

(*) Ucrania presente solo como interlocutor pero sin voz decisiva.

En síntesis

Hoy, 10 de agosto de 2025, Europa redefine su arquitectura política y militar sin contar con España.

Los gestos de Sánchez contrastan con una realidad donde otros lideran las negociaciones sobre Ucrania y deciden cómo será la paz futura. Las consecuencias se sienten ya: menos peso internacional español y mayor incertidumbre sobre su papel geopolítico real.

Las próximas horas serán decisivas. Pero mientras tanto, queda claro que la España de Sánchez observa desde fuera cómo otros deciden el futuro continental.

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