QUE ME PONGA DIOS UN DIEZ
SI LO MEREZCO, ¡PARDIEZ!
Como el pasado 17 de mayo se casó mi sobrina Rocío con “Chema”, su marido, en la catedral de Santa María la Mayor, de Tudela, y hoy, lunes 15 de los corrientes, es el cumpleaños de ella, he decidido felicitarle (estoy seguro que a mi parienta no le va a molestar el gesto) con este poema humorístico, irónico, una décima y media, que he escrito a la patrona tudelana, Santa Ana, por cuya capilla pasé dicho día y, a la salida de la mencionada ceremonia religiosa, vi, por primera vez, a mi recién nacida, a la sazón, sobrina nieta Vera, hija de Raquel y Carlos. Así pues, ahí van, Rocío, mis ¡muchas felicidades!
Con la segunda venida
Que haga el Ser Supremo al mundo,
Que seguirá igual de inmundo
Y, auguro, hasta más temida
Para, Santa Ana querida,
Quien no espere que haya Juicio
Final, en el que el prejuicio
Será contado y se pese,
Le pese esto a quien le pese,
Se anotará su perjuicio.
Un día y otro me esmero
En que Dios los versos use
Que a ti, su Abuela, compuse,
De mi égida y ponga, espero,
Seguido del uno el cero.
Ángel Sáez García
angelsaez.otramotro@gmail.com
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