En El Salvador, el inicio del curso escolar este agosto no ha sido uno más.
Desde el miércoles 20 de agosto de 2025, miles de estudiantes han visto cómo su día a día se transforma bajo la batuta de un nuevo código de conducta.
Una batería de normas que recuerdan más a la disciplina de un cuartel que a la de un centro educativo tradicional.
El detonante: la llegada de Karla Trigueros, capitana del Ejército y médica, al Ministerio de Educación, designada por Nayib Bukele el pasado 14 de agosto.
Trigueros, que ha pasado de dirigir campañas de vacunación militar a diseñar la disciplina escolar del país, no ha perdido el tiempo.
Tres días después de su nombramiento, remitió a los directores de escuelas públicas un memorándum que detalla las nuevas reglas.
El mensaje era claro: los centros educativos debían convertirse en bastiones de orden, civismo y presentación impecable.
Cientos de niños hacen cola en las peluquerías ante una nueva norma de Bukele que obliga a acudir a la escuela con un corte de pelo "adecuado". La normativa también incluye saludar con educación antes de entrar a clase y llevar uniforme limpio https://t.co/rdtWoSr1qb pic.twitter.com/ORPhi7z3UI
— EL PAÍS (@el_pais) August 21, 2025
Las nueve normas de Bukele: el decálogo de la nueva escuela salvadoreña
El memorándum distribuido por el Ministerio de Educación recoge las nueve normas esenciales que, a partir de ahora, marcan la vida escolar en El Salvador.
Estas directrices, lejos de ser meras recomendaciones, son de cumplimiento obligatorio y su infracción puede acarrear consecuencias severas para los estudiantes.
Aunque las reglas varían en el detalle según el centro, el núcleo es el siguiente:
- Uniforme limpio y ordenado: La ropa escolar debe estar impecable, sin alteraciones ni manchas.
- Corte de cabello adecuado: Niños y niñas deben llevar peinados definidos y sin extravagancias; queda prohibido el uso de tintes, cortes modernos o peinados llamativos.
- Presentación personal correcta: No se permite maquillaje, joyas llamativas ni accesorios que alteren la imagen “neutra” del alumnado.
- Ingreso en orden y saludo respetuoso: Cada estudiante debe saludar al personal de la escuela al entrar, mostrando respeto y disciplina.
- Supervisión diaria de los directores: Los responsables de los centros deben recibir personalmente a los estudiantes y verificar el cumplimiento de las normas.
- Lunes cívicos: Cada semana comienza con una formación general y la entonación obligatoria del Himno Nacional.
- Participación activa y puntualidad: Se exige a los estudiantes asistir puntualmente y participar en las actividades cívicas y escolares.
- Respeto a los símbolos patrios: El uso adecuado de la bandera y otros símbolos es obligatorio, y se destinan fondos específicos para su adquisición y cuidado.
- Prohibición de alteraciones en la vestimenta: No se admiten modificaciones al uniforme ni personalizaciones de ningún tipo.
La ministra Trigueros ha dejado claro que los directores y docentes no son simples transmisores de contenidos, sino “modelos de orden y disciplina” para la juventud salvadoreña.
La vigilancia del cumplimiento recae en ellos, con instrucciones expresas de no dejar pasar a quienes no se atengan a las nuevas reglas.
🇸🇻 La capitán y doctora Karla Trigueros es la nueva ministra de Educación, Ciencia y Tecnología de Bukele en El Salvador. pic.twitter.com/db3F3363L5
— Progresismo Out Of Context (@OOCprogresismo2) August 22, 2025
Una ministra de hierro y el renacer del civismo escolar
El nombramiento de Karla Trigueros supone un hito en la historia reciente de El Salvador.
No solo por su doble condición de médico y capitana militar —poco habitual en la cartera educativa—, sino por su enfoque radicalmente disciplinario. Trigueros, de 35 años, ha liderado misiones sanitarias durante la pandemia y ahora pone su experiencia logística y marcial al servicio de lo que ella misma denomina “la transformación profunda del sistema educativo”.
Bajo su mandato, el ministerio ha destinado 300 dólares a cada centro escolar para la compra de banderas, guantes para el abanderado y otros materiales destinados a las ceremonias cívicas. Una inversión simbólica para reforzar lo que Bukele ha llamado “el amor por la patria”.
Entre la polémica y el aplauso: ¿disciplina o control?
La implantación de este código ha generado un debate encendido. Algunos sectores lo consideran un avance necesario para recuperar valores perdidos y frenar la indisciplina escolar. Otros, sin embargo, advierten de un peligroso giro autoritario y critican lo que ven como una “militarización” de la educación. Analistas y psicólogos han señalado que la obsesión por la apariencia puede ocultar carencias más profundas en la transmisión de valores y convivencia.
A día de hoy, 23 de agosto de 2025, la polémica sigue viva en medios y redes sociales. Mientras tanto, los vídeos de la ministra firmando autógrafos a estudiantes y las imágenes de filas impecables en los patios escolares circulan por el país con una mezcla de admiración y escepticismo.
Un vistazo al día a día: cómo viven los alumnos la nueva era Bukele
La rutina matinal de los colegios salvadoreños ha cambiado. Ahora, los lunes comienzan con una formación que recuerda a los desfiles patrióticos: todos en fila, uniformes relucientes, corte de pelo revisado al milímetro, y un himno nacional entonado con fervor. Los directores, enfundados en su nuevo rol de “inspectores de disciplina”, chequean la presentación uno a uno. Quien no cumple, regresa a casa hasta corregir el desliz.
Para muchos jóvenes, la rigidez de estas normas es una novedad absoluta. Algunos las aceptan con resignación; otros, con sentido del humor. “Aquí ni un mechón fuera de lugar”, bromea un estudiante, mientras otro lamenta la desaparición de los peinados creativos que, hasta hace poco, alegraban los pasillos. Las redes se llenan de memes sobre la “revolución del peine” y la “dictadura del uniforme”.
Anécdotas y curiosidades: de banderas nuevas a cortes de pelo virales
- En varias escuelas, los nuevos fondos han permitido estrenar banderas relucientes y hasta guantes de gala para el abanderado, que ahora luce más solemne que nunca.
- Los salones de belleza cercanos a los colegios han visto aumentar la clientela de adolescentes preocupados por pasar el filtro del director.
- Algunos estudiantes han creado grupos de WhatsApp para compartir “trucos” sobre cómo mantener el uniforme impecable pese a las lluvias tropicales.
- En redes sociales, la etiqueta #CorteBukele ha dado pie a un sinfín de fotos comparando peinados “aprobados” y “prohibidos”, en tono humorístico pero también reivindicativo.
- En una escuela de San Salvador, el encargado del altavoz se equivocó y puso una versión remix del himno nacional durante el lunes cívico, provocando carcajadas… y una reprimenda ejemplar.
La realidad es que, entre la disciplina y la controversia, la educación salvadoreña vive días de cambio. Y, como suele ocurrir, lo que empieza en las aulas acaba marcando el pulso de toda una sociedad.
