El eco de la Guerra Fría resuena en América Latina

Maduro denuncia el «bloqueo» de EE. UU. como una amenaza extravagante y absolutamente criminal

La denuncia del presidente venezolano sobre el despliegue militar estadounidense reactiva el fantasma de la crisis de misiles en Cuba

Maduro denuncia el "bloqueo" de EE. UU. como una amenaza extravagante y absolutamente criminal

Nicolás Maduro se ha declarado, una vez más, en pie de guerra. Sus palabras, cargadas de dramatismo, evocan la imagen de un continente al borde del abismo: ocho barcos de guerra estadounidenses, 1.200 misiles y un submarino nuclear que, según él, apuntan directamente contra Venezuela. No se trata de una advertencia menor.

El propio mandatario ha comparado esta situación con la crisis de los misiles de 1962, aquella que puso a la humanidad a pocos pasos de la aniquilación nuclear.

La comparación no es gratuita, pero sí excesiva. Venezuela no es Cuba en la Guerra Fría, ni Caracas ocupa hoy el lugar estratégico de La Habana en aquel tablero global dominado por Washington y Moscú. Lo que sí tiene en común este relato es la construcción de un enemigo externo que, para el chavismo, resulta indispensable en tiempos de desgaste político y de crisis interna.

Conviene preguntarse si realmente estamos ante una amenaza inminente o ante el uso calculado de retórica bélica para cohesionar a una nación fracturada. La idea de un “cerco militar” estadounidense permite a Maduro declararse en “máxima preparación para la defensa”, un lenguaje que, más que disuasorio, intenta reactivar la épica revolucionaria frente al “imperialismo”.

Lo más grave es la constatación de que los canales de comunicación entre Caracas y Washington están rotos, maltrechos, vacíos de toda mediación creíble. Y cuando ya no se habla, solo queda el rugido de las armas y la amplificación del miedo.

En este pulso, pierde la verdad y gana la desconfianza. Maduro fabrica un relato heroico de resistencia; EE.UU. presenta un justificativo de orden público. La gente, atrapada en medio, está obligada a sostener un juego peligroso donde el fantasma de la Guerra Fría se agita como un espejismo.

La pregunta clave es: ¿estamos realmente ante la “mayor amenaza en 100 años”, como insiste el presidente venezolano, o solo frente a otro capítulo denso en retórica, diseñado para convertir la geopolítica en espectáculo y el miedo en herramienta de poder?

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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