La situación parece sacada de una trama de espías, pero el personaje principal es un expresidente del Gobierno y el escenario no pertenece a la ficción, sino al rescate millonario a Plus Ultra. Un ático en Salamanca, una bolsa repleta de documentos, un Mini Cooper verde dirigiéndose hacia el monte de El Pardo y un todoterreno oficial del Ministerio del Interior aguardando en un descampado. Desde allí, solo hay que atravesar una cancela y varios vehículos de escolta con matrículas reservadas para acceder a un camino restringido, sin cobertura y bajo el control de Patrimonio Nacional.
En este contexto, el 8 de diciembre, José Luis Rodríguez Zapatero y el empresario Julio Martínez –investigado por blanqueo de capitales en la trama Plus Ultra– pasan más de una hora caminando y revisando documentos, para finalmente disfrutar de un desayuno tranquilo en el restaurante El Torreón, mesa 56, con huevos a la plancha y jamón incluidos. Sin embargo, hay un detalle que convierte esta escena en un verdadero escándalo: 72 horas después, Martínez es detenido por la Policía Nacional en una operación que investiga un posible entramado financiero con conexiones entre Venezuela y Francia.
Un encuentro imposible de justificar
Las informaciones reveladas por El Debate, sitúan este encuentro en un momento muy delicado: tres días antes de que la UDEF detenga a Martínez, quien ha sido definido por los investigadores como una “figura clave” y un “empresario-conseguidor” para la aerolínea Plus Ultra. El diario que destapa esta historia detalla:
- Martínez sale de su hogar en Salamanca a las 8:26, cargando una bolsa de documentos.
- Llega a El Pardo en su Mini Cooper a las 8:47, accediendo a un descampado sin cobertura.
- Es recogido por un Toyota Land Cruiser negro, vehículo oficial asignado a la escolta de Zapatero.
- A las 9:01 accede a un camino restringido, tras ser abierto por un empleado de Patrimonio Nacional.
- Pasean más de una hora sin móviles ni señal, rodeados por vegetación.
- Finalmente, son trasladados escoltados hasta el restaurante El Torreón para un desayuno que se prolonga más de una hora.
El modo en que se llevó a cabo este encuentro –zona sin señal, acceso restringido, vehículos oficiales y perímetro controlado por escoltas antes de entrar al local– contrasta notablemente con la idea de una reunión casual o anecdótica. Más aún cuando se revela que este tipo de encuentros se habrían repetido diariamente durante años hasta que Martínez comenzó a sospechar que estaba siendo vigilado y redujo sus contactos.

Reunión entre José Luis Rodríguez Zapatero y Julio Martínez
Lo que añade más presión es que la vigilancia policial no estaba dirigida hacia Zapatero, sino hacia Martínez. Solo al cruzar sus caminos los agentes descubrieron que el empresario se reunía con el expresidente, lo cual transforma completamente las implicaciones políticas del asunto. A partir de ese momento, las preguntas van más allá del ámbito judicial.
Plus Ultra: del rescate controvertido al caso judicial
Este encuentro clandestino se produce dentro del marco de una investigación penal sobre Plus Ultra, que examina un supuesto entramado para blanquear dinero, movimientos financieros sospechosos, desvíos de fondos y operaciones relacionadas con el tráfico de oro, conectando Venezuela y Francia. La detención afecta directamente a los altos mandos de la aerolínea:
- Julio Martínez Sola, presidente de Plus Ultra.
- Roberto Roselli, consejero delegado.
- El propio Julio Martínez, como intermediario crucial.
Todos han quedado en libertad provisional bajo medidas cautelares –retirada del pasaporte, prohibición para salir del país y comparecencias periódicas– mientras la causa sigue bajo secreto judicial.
Las raíces políticas son profundas. Plus Ultra fue rescatada por el Gobierno con 53 millones de euros provenientes del erario público gracias al fondo gestionado por la SEPI, pese a las dudas sobre su viabilidad y su cuota real en el mercado. El exministro José Luis Ábalos, actualmente encarcelado por otro asunto legal, afirmó que fue Zapatero quien presionó para llevar adelante este rescate ante los fuertes vínculos entre la aerolínea y el régimen venezolano.

Julio Martínez
Este rescate ya había suscitado críticas anteriormente por diversas razones:
- La limitada presencia de la aerolínea en el mercado español.
- Su fuerte orientación hacia rutas como Caracas y otros destinos relacionados con el entorno chavista.
- Las incertidumbres sobre su solvencia antes del estallido pandémico.
La investigación sobre cómo se utilizaron esos 53 millones y los posibles circuitos oscuros vuelve ahora con más fuerza a poner sobre la mesa si dicho rescate respondía realmente a criterios económicos o si estaba más vinculado a intereses políticos y redes clientelistas.
El vínculo entre las hijas de Zapatero y la consultora “fantasma”
Pero este caso no termina aquí. El periodista investigador Alejandro Entrambasaguas ha revelado que una empresa vinculada a Martínez, llamada consultora Análisis Relevante SL, fue cliente de la agencia Watefav, propiedad de las hijas del expresidente: Laura y Alba Rodríguez Zapatero.
Los investigadores describen a Martínez como un “fantasma” digital: casi no tiene presencia pública ni referencias abiertas; su perfil resulta opaco para alguien involucrado como intermediario en operaciones millonarias. Análisis Relevante fue constituida en febrero de 2020; presenta actividad limitada, facturaciones modestas sin empleados declarados pero aparece como pieza clave en varias operaciones bajo investigación policial.
Desde una perspectiva política, esta combinación –reuniones secretas, relación comercial indirecta con familiares del expresidente e importancia crucial en el rescate– alimenta dos percepciones significativas:
- Una “zona gris” donde se cruzan poder político, negocios privados y gestión pública.
- La percepción creciente de que los rescates empresariales estratégicos han sido utilizados como plataformas para influencias personales o comisiones.
Cuando se hizo público el vínculo comercial entre la consultora de Martínez y la empresa propiedad de sus hijas, Zapatero intentó restarle importancia calificándolo como “una anécdota”. Sin embargo, las nuevas revelaciones sobre su cita en El Pardo –documentadas fotográficamente– hacen cada vez más difícil mantener esa versión.
Por si fuera poco, las hijas del socialista han borrado los perfiles de la empresa en las redes sociales para intentar acallar cualquier crítica. Cabe recordar que entre los clientes de la empresa «experta en posicionamiento de marcas» figuran Huawei, Neox Games y diarios nacionales como El Plural, La Razón, Público o El Español.
Las “chapuzas” operativas
En términos culturales políticos, lo más llamativo es no solo lo sucedido durante ese encuentro sino también cómo se organizó. Las filtraciones permiten reconstruir lo que podría considerarse un manual práctico sobre “chapuza” operativa:
- Se escoge una zona sin cobertura para evitar rastros electrónicos pero se accede mediante un camino restringido gestionado por Patrimonio Nacional.
- Se utilizan vehículos oficiales del Ministerio del Interior fácilmente identificables por cualquier servicio oficial.
- Se despliega un dispositivo compuesto por hasta cuatro vehículos oficiales y seis agentes; esto convierte al encuentro prácticamente en un pequeño convoy difícilmente ignorable.
- Se finaliza en un restaurante conocido; aunque hay control perimetral sigue siendo vulnerable ante seguimientos profesionales.
Desde luego, desde una óptica pública esta organización resulta devastadora: todos los elementos apuntan hacia algo encubierto pero está documentado fotográficamente desde principio hasta fin.
La ironía aquí es palpable: cuanto más intentaron proteger esta cita más evidente e investigable resultó ser. Y ahora que ha salido a la luz pública, las consecuencias políticas son explosivas; da pie a pensar que lo discutido era lo suficientemente delicado como para requerir tal despliegue logístico.
La presión política: exigencias claras
Las reacciones políticas no han tardado en llegar. Dirigentes opositores como los del Partido Popular y Vox han demandado explicaciones inmediatas a Zapatero: qué hacía él allí, por qué eligió un lugar sin cobertura y cuál era realmente el objetivo al reunirse con alguien detenido poco después por blanqueo.
Este asunto conecta además con otra línea investigativa relacionada con la SEPI y todo lo concerniente al sistema público actual; donde la UCO ha estado rastreando mensajes electrónicos así como correos entre responsables públicos y empresas beneficiarias. Según informes recientes los agentes han hallado comunicaciones entre directivos empresariales y funcionarios públicos vinculados a tramitación ayudas donde se discutían comisiones e incentivos relacionados con desbloqueo expedientes.
Entre estos actores aparece también el expresidente del Tribunal Económico-Administrativo Central, Vicente Fernández Guerrero, quien fue detenido aunque posteriormente liberado; señalado por supuestos pagos destinados a frenar inspecciones fiscales dentro del entramado relacionado con decisiones tomadas desde la SEPI. Lo que surge es una red compleja alrededor del reparto estratégico tanto recursos públicos como apoyos económicos donde están involucradas:
- Consultoras privadas dispuestas a ofrecer «facilitar» ayudas bajo honorarios fijos o comisiones exitosas.
- Altos cargos o ex altos cargos capaces influir decisivamente dentro organismos clave.
- Empresas sumidas en crisis dispuestas aceptar estas condiciones para asegurar su continuidad.
En este contexto resalta aún más la figura de Julio Martínez como “conseguidor” para Plus Ultra; su cercanía personal con Zapatero despierta inquietudes adicionales entre los círculos políticos preguntándose si la aerolínea chavista es solo una excepción o si representa realmente solo «la punta del iceberg».
