La entrevista a la dicharachera alcaldesa de Madrid, este lunes 25 de abril de 2016 en el programa ‘El gato al agua’ de Intereconomía Televisión, tiene miga y corteza.
Realizada por el presidente del citado Grupo, y el director del programa, Javier Algarra, ha dejado bien a las claras cuáles son, -por si alguno tenía alguna duda-, las ideas ‘avanzadas’ que defiende una Manuela Carmena que no ha querido entrar al trapo, pero que aún así ha recibido una estocada en todo lo alto.
Entre temas de la más variada y espinosa índole, la suerte de banderillas ha corrido a cargo del tema del aborto, práctica que defiende a capa y espada. Así, a la pregunta de qué le parece que a los fetos los quemen con una solución salina, ha salido airosa del trance afirmando entre nerviosos tics que
«No se aborta matando bebés».
Ya al final de la entrevista afirma, tajante, que para ella los no nacidos «no son personas».
Tras esta declaración de principios, la alcaldesa ha rematado haciéndose la simpática en el ‘burladero’ de su querido Ayuntamiento, que la interrupción del embarazo
«forma parte de una manera de entender la libertad de las mujeres a decir cuál es la descendencia que tienen».
Ya en liza, ha embestido contra la libertad educativa y la sanidad privada que tanto disfrutaba cuando era juez: «No me quiero enredar en eso».
Sobre el primer tema, sentencia así que no se debería dedicar dinero de los presupuestos a ningún colegio que no sea público, haciendo hincapié en que la educación pública tiene que ser «absolutamente gratuita» y que
«en ella estén cómodos todos los ciudadanos dejando los sentimientos religiosos aparte».
MAESTRE Y ZAPATA
La edil de la marca blanca de Podemos en Madrid, se ha referido también a sus ‘díscolos’ concejales Rita Maestre y Guillermo Zapata.
Sobre la primera, confesa y condenada a una multa de 4.320 euros por un delito contra la libertad religiosa al asaltar al capilla de la Complutense ‘rosario’ y tetas en bandolera, dice que es «una gran concejal»:
«Es una persona muy responsable que ha asumido que cuando era joven hizo esos actos que lamenta de forma clara».
Y sobre el segundo, el iracundo de turno, el mismo a quien se le ha abierto hasta tres veces una causa por los comentarios que hizo en la red social Twitter en los que reproducía dos chistes sobre Irene Villa y el Holocausto, sostiene que el buen hombre pidió disculpas alegando que «no quería ofender a nadie».
Entre otras lindezas, Carmena aplaude hasta con las orejas «lo bonito» que es que los afectados por los casos Zapata y Maestre no se hayan sentido ofendidos, en clara referencia al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, e Irene Villa.
Y como broche, achaca los incumplimientos de su programa electoral a su antecesora, Ana Botella.
