Si uno pensaba que el tamaño no importaba en política, el gabinete de Pedro Sánchez se encarga de desmontar el mito.
España afronta 2025 con un Gobierno de dimensiones inéditas: tres vicepresidencias, 22 ministerios y una cifra récord de 471 asesores en el complejo presidencial de La Moncloa.
Esta estructura mastodóntica no solo abarca el Ejecutivo visible, sino que se expande en lo que muchos califican como un “Gobierno paralelo” dentro de la propia Presidencia del Gobierno.
Basta repasar el organigrama para marearse: tres Secretarías de Estado, cinco subsecretarios, veinte directores generales y cuarenta subdirectores generales, todos en la órbita directa del marido de Begoña.
El último reajuste orgánico tuvo lugar en noviembre de 2023, cuando Sánchez revalidó mandato y aprovechó para dar aún más músculo a su entorno inmediato.
¿Habrá límite? Conociendo la proclividad del PSOE a la ‘mangancia’… imposible.
De momento, La Moncloa sigue batiendo récords mientras los contribuyentes se preguntan si tanto asesor realmente soluciona algo o solo multiplica los problemas.
🇪🇸- Si tenes que elegir un presidente para toda Europa a quién elegís?
Pedro Sánchez? Donaldo Trump o Bukele?– A mi me gusta el argentino. Aguante Milei.
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— Traductor 🥹💕💐 (@TraductorTeAma) April 19, 2025
¿Por qué tanto cargo y asesor?
La pregunta es inevitable: ¿para qué necesita España tal despliegue institucional?
Desde la llegada al poder de Pedro Sánchez en 2018, el número de altos cargos ha aumentado un 20%, alcanzando los 799 a cierre de 2024 (143 más que hace una década).
Solo en asesores y cargos directos adscritos a Presidencia, el dato escandaliza: Sánchez concentra la mitad de todos los asesores del Gobierno en La Moncloa.
Algunos datos ilustrativos:
- Cada vicepresidente puede tener hasta 9 asesores, cada director general hasta 5, cada secretario de Estado hasta 3. Pero la ley permite cubrir más plazas si hay presupuesto.
- Estos nombramientos no exigen titulación ni experiencia mínima; basta con la confianza del alto cargo correspondiente. El cese es libre y automático si el asesorado abandona su puesto.
- Esta flexibilidad ha disparado la percepción pública de arbitrariedad y clientelismo: designaciones a dedo y sin filtro profesional.
La lógica oficial es que la complejidad del país y los retos internacionales requieren más manos. Pero la realidad es que nunca hubo tantos cargos ni tan mal explicados sus cometidos específicos.
El coste oculto: despilfarro, ineficiencia y enchufismo
El debate sobre el gasto público no es nuevo, pero pocas veces había alcanzado estos niveles. Los críticos subrayan que mantener esta superestructura implica un coste millonario anual. No solo salarios: dietas, oficinas, material y logística disparan la factura. En tiempos de ajustes para familias y empresas por inflación o recortes sociales, el contraste resulta llamativo.
¿Eficacia? El aumento exponencial de despachos y cargos no se ha traducido necesariamente en mejores políticas ni resultados tangibles. Al contrario: la burocracia se ha convertido en un infierno kafkiano para muchos ciudadanos y empresas que dependen de permisos o ayudas oficiales. Algunos analistas hablan ya del “tridente perverso” entre burocracia, despilfarro e ineficiencia como uno de los grandes obstáculos para la prosperidad nacional.
Comparativa internacional: Sánchez frente a otros líderes europeos
Para dimensionar el fenómeno, conviene comparar. El presidente español cuenta con diez veces más asesores que su homólogo británico Keir Starmer (cuando todavía era líder laborista), o más del doble que el presidente francés Emmanuel Macron en El Elíseo. Esta diferencia abismal alimenta las críticas sobre el carácter hipertrofiado del Ejecutivo español bajo mandato socialista.
| País | Número total asesores presidenciales |
|---|---|
| España | 471 |
| Reino Unido | ~50 |
| Francia | ~200 |
El argumento recurrente desde Moncloa es que la realidad política española —coalición frágil, múltiples fuerzas parlamentarias— exige mayor capacidad negociadora y técnica. Pero ni así se explica un aparato tan nutrido.
Un “Gobierno paralelo” cuestionado desde dentro… y desde fuera
La proliferación de altos cargos genera fricciones incluso entre los propios socios del Ejecutivo. Los partidos minoritarios reclaman mayor transparencia sobre funciones reales y criterios de designación. Desde la oposición se denuncia una “administración paralela” al margen del control parlamentario clásico.
El caso recuerda a experiencias latinoamericanas donde los presidentes rodean su figura con gabinetes paralelos leales para sortear controles internos… con los riesgos institucionales que ello implica para la calidad democrática.
El toque final: fondos europeos para series, películas… ¡y videojuegos!
Por si faltaba sal en la herida presupuestaria, otra polémica reciente ha puesto a prueba el sentido común fiscal del Gobierno. Según informaciones contrastadas, el Ejecutivo ha dedicado alrededor de 3.100 millones procedentes de fondos europeos a financiar series televisivas, largometrajes y videojuegos. Una apuesta por la “industria cultural” justificada oficialmente como motor económico moderno… pero que ha desatado chanzas entre quienes consideran prioritarios otros sectores o servicios públicos básicos.
Entre las partidas más comentadas:
- Subvenciones millonarias a productoras audiovisuales sin criterios claros.
- Incentivos fiscales para desarrolladores extranjeros mientras languidecen las ayudas a pymes nacionales.
- Proyectos culturales financiados con cargo a fondos Next Generation EU destinados teóricamente a modernización e innovación estructural.
El resultado es una España donde hay casi tantos asesores como guionistas subvencionados… aunque no siempre se note en la calidad ni del guion político ni del argumentario público.
Curiosidades y datos llamativos sobre este gabinete XXL
- Ningún Gobierno democrático español había concentrado tanto poder ejecutivo (ni tantos asesores) en Presidencia.
- El récord histórico anterior corresponde al último mandato de José Luis Rodríguez Zapatero (2010-2011), pero quedó ampliamente superado por Sánchez.
- Muchos asesores son jóvenes menores de 35 años, algunos vinculados previamente a consultoras privadas o a think tanks afines al PSOE.
- En foros internacionales ya se habla informalmente del “modelo Moncloa XXL”, objeto tanto de estudio académico como de memes políticos.
- Entre las tareas asignadas figuran desde elaboración discursiva hasta análisis reputacional en redes sociales o informes sobre tendencias culturales juveniles.

