Lo han pillado.
Y no se va a zfar facilmente.
aLa política española nunca pierde su capacidad para sorprender ni para rescatar episodios del pasado que, aunque ajenos a la gestión pública, terminan condicionando el clima parlamentario.
Esta vez, el foco mediático y político recae sobre Pedro Sánchez y su entorno más cercano, tras las acusaciones vertidas por el Partido Popular (PP) acerca de la supuesta implicación de la familia política del presidente en la gestión de locales vinculados a la prostitución y al negocio sexual en Madrid.
La controversia ha cobrado fuerza después de que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, interpelase a Sánchez durante una reciente sesión en el Congreso: “¿De qué prostíbulos ha vivido usted?”, preguntó retóricamente, poniendo sobre la mesa un tema que hasta hace poco circulaba apenas como rumor en ambientes periodísticos y políticos. Lo cierto es que los detalles sobre las actividades empresariales del suegro de Sánchez, Sabiniano Gómez, han aflorado con fuerza en las últimas semanas, alimentando titulares y debates encendidos.
El núcleo de la polémica reside en los negocios gestionados por la empresa San Bernardo 36 S.L., propiedad de Sabiniano Gómez y sus hermanos. Desde los años 80, esta sociedad explotó varios locales en Madrid:
- La sauna Adán, situada en la céntrica calle San Bernardo, orientada a una clientela gay y famosa por sus cabinas privadas y cuarto oscuro.
- La sauna Azul y la sauna Princesa, también en zonas emblemáticas de Madrid, con características similares.
- Un club de alterne de lujo en el Paseo de la Castellana, frecuentado por trabajadores sexuales extranjeros —principalmente brasileños y búlgaros— donde se ofrecían servicios explícitos a cambio de dinero.
Las instalaciones no solo estaban pensadas para encuentros homosexuales. Según el testimonio de extrabajadores recogido por medios nacionales, algunos locales funcionaban como prostíbulos convencionales con presencia mayoritaria de mujeres inmigrantes jóvenes y pagos directos por servicios sexuales.
La relación entre el patrimonio familiar y los negocios sexuales
Más allá del debate moral o político sobre estos negocios, lo que ha disparado las alarmas en la oposición son las conexiones patrimoniales entre los bienes familiares de Sánchez y su mujer y los beneficios derivados del sector sexual. Se han publicado documentos registrales que prueban que Begoña Gómez adquirió en 2013 un apartamento en Mojácar (Almería) directamente a la sociedad familiar gestora de saunas y prostíbulos, operación realizada cuando Pedro Sánchez ya era figura pública nacional.
Además, el domicilio familiar previo a su llegada a La Moncloa —en Pozuelo de Alarcón— fue igualmente adquirido a través del mismo entramado empresarial regentado por el padre y los tíos políticos del presidente. Estas circunstancias han sido aprovechadas por Feijóo para acusar a Sánchez no solo de incoherencia ética —al promover medidas contra la prostitución mientras se habría beneficiado indirectamente del negocio familiar— sino incluso de “partícipe a título lucrativo”.
El negocio oculto: dinero negro y lucro elevado
Los testimonios recogidos por antiguos empleados, así como algunas grabaciones filtradas del excomisario Villarejo, apuntan a que estos locales no solo eran prósperos sino que también movían cantidades significativas de dinero negro. Según un ex trabajador citado recientemente:
“El negocio daba mucho lucro. Se movía mucho dinero negro. Las cajas se hacían diariamente y había sobres para pagos directos”.
El local más emblemático, la sauna Adán, llegó a ocupar 344 metros cuadrados repartidos entre bajo, primer piso y ático —todos ellos propiedades alquiladas a Muface— generando ingresos estables durante décadas. La gestión pasó en 2006 al tío político de Begoña Gómez tras la retirada formal del suegro del presidente.
¿Responsabilidad política o ataque personal?
Si bien las pruebas documentales demuestran la existencia de estos negocios y su vinculación familiar directa con Begoña Gómez —tanto como adquirente patrimonial como presunta encargada contable según algunas fuentes— no existe evidencia alguna publicada hasta ahora que implique una participación activa o conocimiento directo por parte del propio Pedro Sánchez.
La utilización política del escándalo ha sido inmediata. El PP ha señalado la incoherencia entre las políticas públicas impulsadas desde Moncloa —especialmente las iniciativas para endurecer la regulación contra la prostitución— y los orígenes patrimoniales ligados al sector sexual. Desde el entorno socialista se denuncia una campaña para desprestigiar al presidente mediante ataques personales sin relevancia jurídica ni administrativa.
Consecuencias: impacto mediático y presión sobre el Gobierno
El escándalo ha generado:
- Mayor presión sobre Begoña Gómez, ya investigada judicialmente por presuntos delitos económicos.
- Un debate público sobre los límites entre vida privada y responsabilidad política.
- Tensiones añadidas al denominado “Gobierno Frankenstein”, cuya estabilidad parlamentaria depende cada vez más del apoyo fragmentado e inestable.
El impacto internacional tampoco se ha hecho esperar: incluso medios británicos como The Times se han hecho eco del “lucro obtenido por Sánchez con burdeles gays gestionados por su suegro”.
Curiosidades y datos llamativos
- El local principal —la sauna Adán— ocupaba un edificio propiedad pública (Muface), lo que añade una capa más al debate sobre el uso inmobiliario institucional.
- El padre de Begoña Gómez inició su carrera empresarial comprando un cine antes de reconvertirlo en salón recreativo… para acabar montando una red sexual durante “la Movida madrileña”.
- Algunos vecinos recuerdan aún las excentricidades familiares: el tío político llegaba al hospital en silla de ruedas gritando “¡Viva Franco!” acompañado siempre por una asistente extranjera.
- Los testimonios coinciden: Madrid es grande pero sus secretos corren rápido… aunque tarden décadas en saltar al Congreso.
La política española sigue demostrando que ningún capítulo es demasiado antiguo ni ningún asunto demasiado privado cuando hay munición electoral en juego.
