Otro más y van ya docenas.
No tienen remedio estos del PSOE.
El panorama político español amanece este sábado con un nuevo sobresalto en las filas socialistas. Javier Perales Fernández, secretario de Reindustrialización del PSOE andaluz, diputado provincial de Agricultura y exalcalde de Linares, ha sido formalmente imputado por un delito de acoso sexual.
El asunto ha estallado tras la denuncia presentada por María Teresa Márquez, presidenta de la asociación Hosteleros de Linares, quien asegura haber sido víctima no solo de comentarios vejatorios en una reunión institucional, sino también de una posterior campaña de difamación y represalias desde el entorno socialista.
La historia, que recuerda a otros sonados escándalos recientes en las filas socialistas —como los casos de Tito Berni, Ábalos o Francisco Salazar—, ha generado un intenso debate sobre la tolerancia interna del partido ante este tipo de conductas y el impacto reputacional para la nueva dirección regional encabezada por María Jesús Montero.
¿Qué ha ocurrido? El relato de la denunciante
Los hechos denunciados se remontan a mayo de 2023. La empresaria acudió al despacho del entonces alcalde para discutir la nueva ordenanza sobre terrazas y veladores en Linares. Según Márquez, lo que debía ser una cita estrictamente formal derivó en una situación incómoda cuando Perales le habría dicho frases como «me pones» o «me das vidilla». Estas expresiones, proferidas durante una conversación institucional, motivaron posteriormente la denuncia por acoso sexual.
“Me dijo en un despacho que le ponía, que le daba vidilla”, declara Márquez en su testimonio judicial.
El temor a represalias llevó a la empresaria a guardar silencio durante meses. No sería hasta diciembre de 2024 cuando se animó a presentar la denuncia formalmente ante el juzgado. Desde ese momento —según relata— habría sufrido una campaña organizada para desacreditarla tanto personal como profesionalmente: desde ataques personales hasta mentiras sobre su negocio, pasando por comentarios ofensivos en redes sociales y perfiles anónimos.
La denuncia fue admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Linares, que ha transformado el procedimiento en juicio por delito leve de acoso sexual, considerando que los hechos encajan dentro del artículo 173.4 del Código Penal.
Impacto político: crisis interna y silencio oficial
El caso pone contra las cuerdas al PSOE andaluz justo cuando intentaba reconstruir su imagen tras otras polémicas recientes. María Jesús Montero, ministra y vicepresidenta del Gobierno además de líder regional socialista desde febrero, afronta así otro frente crítico tras la abrupta salida de Paco Salazar y los coletazos del caso Cerdán.
No ha pasado desapercibido que Perales fue ascendido a la nueva ejecutiva regional apenas unos meses antes del estallido público del escándalo. La reacción oficial del partido ha sido hasta ahora el más absoluto mutismo; ni Montero ni otros responsables han realizado declaraciones públicas contundentes sobre el caso. En privado, sin embargo, algunos cargos socialistas temen que este episodio mine aún más la credibilidad del proyecto renovador con el que Montero pretendía devolver estabilidad a Ferraz tras años agitados.
Mientras tanto, voces críticas dentro y fuera del partido recuerdan que no es el primer incidente relacionado con cuestiones sexuales o abuso de poder en las filas socialistas andaluzas —una lista que suma nombres ilustres y desencadena comparaciones inevitables con los ERE o la FAFFE—. El propio presidente andaluz, Juanma Moreno, ironizaba recientemente sobre las “viejas historias” que han empañado la gestión socialista en la región.
Represalias y difamación: la otra cara del acoso
Uno de los aspectos más graves señalados por la denunciante es el presunto hostigamiento sufrido tras atreverse a denunciar los hechos. Márquez asegura haber sido blanco no solo de rumores malintencionados sino también de ataques personales e intentos sistemáticos para minar su reputación profesional:
- Difamaciones sobre su gestión al frente de Hosteleros de Linares.
- Comentarios ofensivos contra su persona y negocio familiar (la churrería Antonio).
- Creación y difusión de bulos desde perfiles falsos en redes sociales.
- Aislamiento dentro del tejido empresarial local.
“No sólo sufrí un episodio humillante; después han intentado destrozarme como mujer, como profesional y como representante del sector”, lamenta Márquez en declaraciones recogidas por medios digitales solventes.
La afectada incluso solicita protección judicial ante lo que considera una campaña coordinada desde círculos vinculados al poder municipal socialista.
Un historial preocupante: ¿tolerancia cero o impunidad?
Este nuevo escándalo vuelve a poner sobre la mesa el debate acerca del nivel real de tolerancia cero frente al acoso sexual dentro del PSOE. Aunque desde instancias federales se insiste en haber actuado “con contundencia” siempre que han aflorado indicios —citando apartamientos inmediatos o dimisiones forzadas— lo cierto es que buena parte del electorado observa con escepticismo estos gestos a tenor del goteo constante de casos recientes.
Algunos datos relevantes para contextualizar:
- El escándalo surge apenas unos meses después del relevo orgánico impulsado por Montero.
- Se produce también tras varias condenas emblemáticas (ERE) y procesos internos traumáticos.
- La víctima se atreve a denunciar abiertamente pese al riesgo evidente para su carrera profesional.
- El caso evidencia posibles prácticas mafiosas (“campañas organizadas”) para silenciar voces críticas.
En paralelo, representantes socialistas insisten públicamente en su respuesta “transparente” frente a cualquier conducta impropia. Sin embargo, las víctimas denuncian falta real de apoyo institucional cuando deciden dar el paso y acudir a los tribunales.
Curiosidades políticas y datos poco conocidos
- Linares ha sido tradicionalmente uno de los bastiones históricos del PSOE en Jaén; cualquier escándalo local tiene repercusión nacional.
- Javier Perales agradeció recientemente —en pleno apogeo mediático— que Linares haya sido elegida anfitriona para encuentros clave del partido; ironías del calendario político.
- La churrería Antonio —negocio familiar vinculado a la denunciante— se ha convertido estos días en punto informativo involuntario para vecinos y periodistas.
- En redes sociales proliferan memes sobre “vidilla” y frases desafortunadas que ya forman parte del folclore político andaluz más reciente.
- Este episodio llega apenas días después del Prime Day… pero aquí los descuentos no son noticia: lo relevante es el coste reputacional para uno de los partidos clave en Andalucía.
