ARAGÓN SE PREPARA PARA UNOS COMICIOS DECISIVOS EL 8 DE FEBRERO

Aragón replica el patrón extremeño: Azcón gana pero necesitará a Vox para gobernar

Las encuestas pronostican una victoria del PP de Azcón, el colapso electoral del PSOE de Alegría y el ascenso imparable de Vox en un panorama político cada vez más polarizado

Aragón replica el patrón extremeño: Azcón gana pero necesitará a Vox para gobernar

Aragón se aproxima a unas elecciones autonómicas que reflejarán, con notable similitud, el reciente escenario vivido en Extremadura. Los últimos sondeos presentan un panorama donde el Partido Popular de Jorge Azcón se perfila como claro vencedor, aunque con un matiz incómodo: su triunfo no le permitirá gobernar sin más. La necesidad de llegar a un pacto con Vox, la formación liderada por Santiago Abascal, se establece como una realidad ineludible que marcará toda la estrategia política en los meses venideros.

Los datos ofrecidos por las encuestas son contundentes. Según el estudio de Sociométrica para El Español, realizado a principios de diciembre, Azcón podría alcanzar el 38,2 por ciento de los votos, lo que se traduciría en entre 30 y 31 escaños. Por su parte, la encuesta de A+M para Heraldo de Aragón, publicada el 21 de diciembre, arroja resultados prácticamente idénticos: un 39,2 por ciento para los populares, con una horquilla que va de 29 a 30 diputados. Finalmente, la encuesta más reciente elaborada por SyM Consulting el pasado viernes confirma esta tendencia con un 39,5 por ciento para el PP y 29 escaños. En todos los casos, el presidente autonómico mejora sus resultados respecto a 2023, cuando logró 28 diputados, pero aún se queda lejos de los 34 necesarios para alcanzar la mayoría absoluta.

Mientras tanto, el PSOE de Pilar Alegría enfrenta un desplome sin precedentes. Las mismas encuestas que prevén la victoria del PP también anticipan que los socialistas cosecharán su peor resultado en la región. Alegría podría conseguir entre 17 y 19 diputados, lo que supondría una caída de entre cuatro y seis escaños en comparación con 2023. Este sería un duro golpe electoral para una formación que históricamente ha dominado la política aragonesa. El PSOE, que ganó las elecciones de 2019 bajo el liderazgo de Javier Lambán, se vería así reducido a una situación de debilidad sin precedentes en varias décadas.

Vox despega mientras la izquierda se fragmenta

El gran beneficiado de este reordenamiento electoral es Vox, que experimenta un crecimiento espectacular. Los sondeos le otorgan entre 11 y 13 escaños, con porcentajes que rondan entre el 16 y el 18 por ciento del total del voto. Esta trayectoria ascendente convierte a la formación encabezada por Alejandro Nolasco, portavoz de Vox en las Cortes aragonesas, en la clave del futuro gobierno. Sin su apoyo, ni Azcón ni Alegría podrían alcanzar la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar.

El bloque conservador formado por PP y Vox podría sumar entre el 55 y el 57 por ciento de los votos. En cambio, la izquierda se presenta dividida en cuatro candidaturas diferentes: PSOE, Chunta Aragonesista, Podemos e IU-Sumar. Esta dispersión contrasta con la unidad demandada por algunos sectores y reduce significativamente las posibilidades competitivas de la izquierda. En conjunto, las fuerzas progresistas sumarían entre el 35 y el 38 por ciento del apoyo popular, lo cual representa una diferencia de veinte puntos porcentuales frente a la derecha.

La estrategia de Azcón: presupuestos como línea roja

Azcón ha dejado clara su postura respecto a cualquier futuro acuerdo con Vox. El presidente aragonés ha establecido una condición que considera innegociable: cualquier investidura debe estar vinculada completamente a los presupuestos autonómicos. «La investidura irá unida por completo a los Presupuestos; es una línea roja que pongo sobre la mesa. Sin uno no habrá otro». Esta afirmación responde directamente a lo sucedido en Extremadura, donde María Guardiola ganó las elecciones pero no logró desbloquear la gobernabilidad debido a las exigencias planteadas por Vox.

El presidente autonómico insiste en que gobernar «pasa sí o sí por tener presupuestos» y enfatiza que tras las elecciones «va a haber presupuestos». Ambas negociaciones deben ir juntas según su criterio. Además, Azcón evita comprometerse a aceptar las condiciones impuestas por Vox en otros territorios, como asumir su discurso sobre inmigración o medio ambiente. «Yo me comprometo a ser coherente. Vox dice que defenderá a sus votantes y yo defenderé a los míos». Su objetivo declarado sigue siendo formar un gobierno monocolor del PP; una fórmula que considera ha dado «buen resultado» al atraer «70.000 millones de euros en nuevas inversiones».

Sin embargo, la relación entre PP y Vox en Aragón no es precisamente armoniosa. Fue precisamente la falta de entendimiento entre ambas formaciones lo que provocó este adelanto electoral sin precedentes en la comunidad autónoma. La ruptura quedó reflejada en una reunión crucial entre Azcón y Alejandro Nolasco, concluyendo sin acuerdo y precipitando así la convocatoria electoral para el próximo 8 de febrero.

Alegría intenta revertir el desastre

Por su parte, Pilar Alegría, quien se despidió como portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes para dedicarse exclusivamente a su campaña aragonesa, presentó su candidatura este sábado en su pueblo natal: La Zaida, una pequeña localidad con apenas 440 habitantes situada en la provincia de Zaragoza. La elección del lugar no fue casual; Alegría buscaba simbolizar así su compromiso total con Aragón al dejar atrás sus responsabilidades ministeriales.

Durante su acto inaugural, Alegría hizo un llamado al electorado progresista instando a no caer en la apatía ante lo que sugieren las encuestas sobre una posible victoria del PP. «Yo sola ni quiero ni puedo. Os necesito a todos. A todas. A todos los hombres y mujeres que creen que podéis darle un mejor futuro a nuestra tierra». Su mensaje giró en torno a recuperar «el Aragón del diálogo, del acuerdo y de la convivencia», frente lo que describió como «un gobierno maniatado por la ultraderecha» que convierte los servicios públicos «en un negocio como ocurre en sanidad».

La candidata socialista ha retado también a Azcón proponiéndole un debate electoral cara a cara donde le instó a explicar «cuál es su proyecto fallido». Asimismo ha criticado profundamente el adelanto electoral argumentando que responde más bien a intereses personales tanto de Azcón como del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo. «Azcón ha decidido traernos unas elecciones a Aragón que no pedían los aragoneses», afirmó.

La metamorfosis de la candidata socialista

Más allá del ámbito numérico propio del proceso electoral, la campaña protagonizada por Alegría ha sufrido una notable transformación en cuanto a su presentación pública. La exministra ha optado por adoptar una estrategia más cercana al ciudadano; dejando atrás coches oficiales para desplazarse ahora en un modesto Kia, vehículo que busca reflejar su intención genuina de conectar con el electorado desde una perspectiva menos distante. Esta metamorfosis visual ha sido calificada incluso como «patética» por algunos críticos debido al carácter calculado detrás.

La campaña está marcada también por llamadas directas al ciudadano e incluso mensajes escritos a mano; todo ello buscando proyectar una imagen accesible y comprometida con las problemáticas cotidianas enfrentadas por los aragoneses. Sin embargo, esta transformación ha suscitado cierta perplejidad entre analistas políticos quienes consideran dicha reinvención algo demasiado evidente.

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